Parte importante del enfoque de la reunión se centrará en retomar el concepto del “Capitalismo de las Partes Interesadas” (Stakeholders Capitalism) planteado en 1971 por el Profesor Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial, que propone un modelo en el que más allá de los intereses puramente financieros y la maximización de las ganancias, las empresas deberían adquirir responsabilidades para con sus partes interesadas, buscando también beneficios sociales y medioambientales. Ahora son más los ejecutivos e inversionistas que comprenden que su éxito a largo plazo depende también del éxito de sus empleados, de sus proveedores, de sus clientes y de la comunidad en general. Muchos más deben sumarse a este compromiso.
Como complemento, se presentará el “Manifiesto de Davos 2020” basado en su versión original de 1973, documento pionero que propone que las empresas deben servir a la sociedad y no solo a sus accionistas o propietarios. Este Manifiesto ha sido actualizado para responder a los desafíos actuales y entre otros aspectos concretos, promueve la responsabilidad fiscal de las empresas, tolerancia cero a la corrupción, responsabilidad social y medioambiental, y respeto a los derechos humanos.
Además, se promoverá la medición de impacto ecológico, social y de gobernanza, y se activarán 160 iniciativas que contribuirán a una necesaria transformación sistémica al nivel global, promoviendo también la implementación del Acuerdo de París sobre Cambio Climático y la aceleración en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Entre estas iniciativas se destacan la siembra de un billón de árboles (One Trillion Trees) y la capacitación de mil millones de personas en la próxima década para prepararse en las actividades laborales que demanda la Cuarta Revolución Industrial.
Ocho gobiernos latinoamericanos están presentes en Davos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Panamá, al igual que importantes Organismos Regionales, empresarios, académicos, influyentes líderes de medios de comunicación, jóvenes y miembros de la sociedad civil de casi todos los países de la región.
Nos encontramos en un momento decisivo para dar forma al futuro de América Latina y esta reunión, al igual que la edición latinoamericana del Foro Económico Mundial, que celebraremos en abril, ofrecerán una oportunidad para fortalecer la colaboración público-privada y explorar cómo podemos aprovechar mejor las tecnologías emergentes de la Cuarta Revolución Industrial, así como definir nuevos modelos de crecimiento que pueden sentar las bases para desarrollar sociedades más equitativas y sostenibles, responsabilizarnos ante los desafíos medioambientales y lograr mayor certidumbre para el largo plazo, procurando que esta nueva década sea verdaderamente próspera para nuestra región.
Nota del editor: Marisol Argueta de Barillas es Directora para América Latina del Foro Económico Mundial. Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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