Relacionada a la anterior, es la mentalidad de desarrollo, no sólo de desarrollo personal, sino de la organización en la que laboras. La actitud de querer superarse y ofrecer valor es fundamental para el rendimiento, pero también para la productividad y éxito en los negocios.
Además, ya había mencionado la relevancia de la creatividad e innovación, competencias que no son sólo un valor, sino un requisito. Aportar a tu empleo un toque diferencial en cada acción que realizas nos distingue de las demás personas, pero especialmente ayudamos a que nuestra empresa se diferencie de la competencia. Las ideas nuevas, implementadas de una manera original con respecto a lo ya establecido, son de mucho valor en las organizaciones.
OPINIÓN. Que siempre sí: hay recesión
El pensamiento crítico y el liderazgo son indispensables para que cualquier persona tenga posibilidad de seguir mejorando y avanzando en su carrera. La inteligencia emocional, además, es crucial en tiempos complejos en donde la resiliencia, empatía y dotes de comunicación tienen más probabilidades de tener éxito, especialmente en los campos de servicio al cliente, pero también en la interacción día a día y bajo el trabajo a presión.
Las empresas requieren de nuestras habilidades con el fin de mantenerse competitivas en su mercado y, por lo tanto, buscarán conservar al mejor talento. El 2020 es un año para demostrar valor, aprender, y sumar habilidades, de lo contrario habrá muchas personas que estén en fila buscando nuestra oportunidad laboral.
Nota del editor: Sergio Porragas es Director de Operaciones (COO) de OCCMundial desde septiembre de 2015 y a partir de entonces ha impulsado el crecimiento anual de más de dos dígitos de la compañía, la apertura de oficinas comerciales en 13 estados del país y la penetración del proceso de reclutamiento en las PyMEs. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
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