A escala global, aún se realizan pruebas, y se prevé que los operadores lancen algunos servicios en el transcurso de este año, con los dispositivos correspondientes capaces de correr en estas nuevas redes.
Si bien hay avances en algunas regiones del mundo, su implementación se realizaría gradualmente en el transcurso de los próximos 10 años. ¿Cuándo llegará a México la tecnología 5G?, aún no está del todo claro. Tampoco sus beneficios reales acordes a la realidad del país, los costos y la compatibilidad.
Si bien se percibe una gran expectativa alrededor de ella, particularmente por la evolución en el escenario del consumidor móvil en el país –el uso de dispositivos móviles para actividades personales sigue al alza, y las empresas están descubriendo nuevas formas de interactuar con sus clientes a través de ellos–, hay que recordar que la mayoría de los teléfonos móviles que se utilizan corren sobre redes 4G/LTE, o incluso en 3G.
Dar el salto de estas redes a la 5G implica retos importantes en lo que se refiere a la infraestructura y regulación necesarias para disfrutar de sus beneficios. En este sentido, para desarrollar una infraestructura robusta que soporte la nueva oferta de servicios se requiere de una fuerte inversión por parte de los operadores y del gobierno.
Evidentemente, estamos hablando de recursos millonarios cuyos costos se trasladarían a los usuarios finales.