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No te acabes, Pemex

Es muy posible que el 2020 termine siendo el peor año en la historia de Pemex, opina Adrián Duhalt.
mar 24 marzo 2020 06:00 PM
sector energético - soberanía - petróleo - pemex
La empresa más grande de México enfrenta una crisis interna y coyuntural que amaga con abollar el proyecto de nación del presidente López Obrador, apunta Adrián Duhalt.

(Expansión) – “No te acabes, Pemex” es un comentario que comúnmente sale a relucir en conversaciones entre trabajadores petroleros. La frase, aunque jocosa, esconde tímidamente el reconocimiento por parte de los mismos empleados de que las cosas en la empresa petrolera no marchan del todo bien.

Y no están equivocados. El más reciente reporte de resultados es la radiografía de una organización a la que poco a poco se le ha condenado a incubar deficiencias graves en varios frentes a la vez.

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Es de todos conocido que las pérdidas que reportó Pemex en el 2019 ascendieron a 346,135 millones de pesos, una cifra 92% mayor a la reportada en el 2018, y que al tomar en cuenta el pasivo laboral el saldo negativo del ejercicio se incrementa a 658, 130 millones de pesos.

Estos números nos dicen que las obligaciones de la empresa para con sus trabajadores amenazan con devorar el valor agregado que busca obtener el gobierno del presidente López Obrador al procesar un volumen mayor de hidrocarburos. Si a esto le sumamos el servicio de la deuda, la cual es de aproximadamente 100,000 millones de dólares, ¿cuál es la probabilidad de que el retorno de la inversión que se espera de la séptima refinería se diluya ante el grueso de las obligaciones de la empresa?

De lo que no hay la menor duda es que los números rojos del 2019 son, en gran medida, resultado de la inercia que se viene arrastrando desde la desafortunada administración de Pemex bajo los gobiernos de Peña Nieto y Calderón. Ambos hicieron crecer una bola de nieve cuya dimensión y nocividad han sido subestimadas por el gobierno de López Obrador.

Es decir, las decisiones que se han tomado durante los casi 16 meses de la llamada cuarta transformación al frente de la empresa no corresponden al tamaño del problema y, en el entorno actual de bajos precios del crudo y una demanda global que se debilita ante el avance del Covid-19, amenazan con profundizar el deterioro de Pemex.

OPINIÓN. Más focos rojos para 2020: coronavirus y petróleo

Hoy, la empresa más grande de México enfrenta una crisis interna y coyuntural que amaga con abollar el proyecto de nación del presidente López Obrador. A reserva de conocer las medidas que en materia de energía el gobierno pudiese echar a andar en las semanas o meses por venir, es muy posible que el 2020 termine siendo el peor año en la historia de Pemex.

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Y no es solo Pemex. El país en general está en una zona de turbulencia donde muchos dan por hecho que la economía se contraerá por segundo año consecutivo. De ser así, los mexicanos empezaremos el 2021, año de elecciones intermedias, siendo en promedio más pobres. Mitigar lo anterior depende en gran medida de Morena, como fuerza gobernante, y de las políticas que el presidente López Obrador y su equipo instrumenten.

Y en ese sentido, se necesita que el sector privado también sea parte de la solución. La herramienta que se ha concebido para ello es el Plan de Desarrollo Energético, el cual contiene una serie de proyectos de inversión que contribuirían a detonar la actividad económica.

Sin embargo, es indispensable que las decisiones para enfrentar el actual entorno sean más agresivas de lo que se plantea en dicho plan y anticiparse al hecho de que, si los precios de la mezcla mexicana de exportación continúan por debajo de lo presupuestado por el gobierno, Pemex recibiría un golpe del cual difícilmente podría – por si sola – recuperarse. Dicho escenario requiere replantear las medidas que se han puesto en marcha con relación a Pemex.

Rescatar y/o fortalecer a Pemex pasa por el desarrollo del sector privado.

Por el bien de todos, incluida la llamada cuarta transformación, más vale que a la vuelta de los años los mexicanos discutamos quién rescató a Pemex en lugar de debatir quién no pudo rescatar a Pemex.

Nota del editor: Adrián Duhalt es investigador posdoctoral en temas de energía en el Instituto Baker de la Universidad de Rice. Síguelo en Twitter como @AdrianDuhalt y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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