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El descenso que se vive ahora en las bombas despachadoras se debe a la caída en el precio internacional del petróleo, que se ubica en sus menores niveles en 18 años, debido a la guerra comercial abierta entre Arabia Saudita y Rusia por la falta de acuerdo para afrontar la caída de la demanda que se verá por las consecuencias de la pandemia del COVID-19.
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Los precios promedio de la Magna, el combustible más vendido en el país, registran una baja de 13.4% en lo que va del año, al promediar 16.90 pesos por litro a nivel nacional, según cifras de la consultora especializada en el seguimiento de precios de más de 11,000 estaciones en el país.
El precio promedio de este lunes es además el más bajo desde el 23 de enero de 2018 cuando el litro de Magna promedió 16.89 pesos por litro, según cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El gobierno había quitado los controles de fijación de precios en los combustibles que había mantenido por décadas sobre los costos que se ofrecían en las estaciones de servicio, y comenzó a usar el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) para modular el alza y baja de los precios de las gasolinas al público.
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La baja en los precios de las gasolinas en México se han dado a pesar de que el gobierno mantiene el cobro del IEPS en su máximo nivel, es decir, sin los estímulos fiscales que usa la Secretaría de Hacienda en otras ocasiones para mitigar los aumentos en el mercado internacional.
El costo promedio para los automovilistas aceleró su caída entre el 18 y 21 de marzo, con bajas diarias que rondaron entre 1.72% y 2.44%, los mayores descensos desde que se liberaron los precios de la gasolina, según cálculos de Expansión con cifras de PetroIntelligence.