a. El sobreprecio explicado por la corrupción promedio que pagan los estados representa 44% del valor de la canasta de medicamentos; y
b. Los estados que pagan mayor sobreprecio son Yucatán (440%), Sonora (99%) y Colima (97%).
El año pasado, el presupuesto aprobado para la compra de medicamentos fue de 79,000 millones de pesos, equivalente al 13% del presupuesto público del sector salud, y si aplicamos lo aprendido en el índice, podríamos especular que en 2019 se perdieron cerca de 25,000 millones de pesos.
Para poner lo anterior en perspectiva, con el dinero que probablemente perdimos en compras de medicamentos con sobreprecio, hubiera alcanzado para aplicar pruebas de Covid-19 al 10% de los mexicanos.
Por si fuera poco, otro ejemplo de cómo la corrupción nos afectará en la lucha contra el Covid-19 es en la compra de antirretrovirales, pues según una investigación titulada “Una licitación que ya salpicó a Morena”, en la compra de estos fármacos en 2018 “se cayó el sistema” y el laboratorio Stendhal ganó de una forma muy lóbrega, ya que la persona que trabajaba en las licitaciones electrónicas del IMSS en el sexenio anterior, poco antes de la compra comenzó a trabajar para el laboratorio ganador y uno de los asesores de la actual secretaria de la Función Pública lo sabía, estuvo presente en la juntas y las avaló.