Se necesita estimular la recuperación económica, es una acción obligada de cualquier gobernante, con independencia de su ideología política. China, por ejemplo, ha liberado dos paquetes de apoyo a su economía, el primero en el punto máximo de la crisis y el segundo toda vez que se logró abatir la tasa de contagios, es decir, una vez que el recuento de daños ha sido realizado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció recientemente contar con alrededor de 225,000 millones de pesos procedentes del ahorro de su administración -de sólo 15 meses- para combatir el Covid-19 y sus consecuencias. Además, se han dado a conocer múltiples asignaciones presupuestarias al sector salud federal y estatal, que serán en su mayoría ministrados por la Marina y el Ejercito nacional.
Saber que hay recursos disponibles es importante, sin embargo, el sector empresarial y la sociedad exigen ya el anuncio de los paquetes económicos, la incertidumbre deriva en enojo, pero todo a su tiempo.
Sería irresponsable por parte del Ejecutivo federal sugerir en este momento medida alguna, aún no sabemos la magnitud del daño, tenemos modelos y proyecciones tanto para los escenarios de salud como económicos, pero la fase dos apenas comienza, la curva de contagio no ha alcanzado el punto de inflexión.
Nuestra población asciende a 127 millones de habitantes, más del doble que la población de cualquier país europeo, estamos -aparejando los días del padecimiento- por debajo de los casos de Italia, España o Alemania de contagiados y muy distantes del número de defunciones -pese a que México tiene altas tasas de obesidad y de enfermedades crónico degenerativas-.