Hoy, la pandemia del Covid-19 está cimbrando los principios en que se fundamenta este proceso civilizatorio basado en una economía de mercado, llevada a su máximo potencial en las últimas décadas.
Lo que ha puesto en juego este virus es el sentido de la economía. La pregunta a resolver estriba en el zietgeist de los negocios y de la economía de mercado. La interrogante será verificar si es posible que un nuevo estilo de negocios pueda vislumbrar una nueva economía o paradigma en el que la sociedad, el ambiente, la persona puedan satisfacer sus necesidades y tener futuro.
La paradoja económica de la pandemia
El panorama muestra que ha iniciado una recesión económica mundial. La encrucijada es muy clara: se atiende la crisis sanitaria o se atiende la crisis económica, que implica consumir, no dejar de trabajar y dinamizar la economía.
En México más del 55% de la economía es informal, es decir, que alrededor de 70 millones de personas, se encuentran bajo una economía de subsistencia, que va al día.
La paradoja no sólo pone en cuestión en el corto plazo qué hacer, si parar o activar los negocios. Pone en jaque los fundamentos con los que se decide una u otra cuestión. Esta misma paradoja se encuentra en la interrogante por un humanismo centrado en el ser humano, en sus necesidades básicas, o bien centrado en la economía.