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Anillo al dedo para la arbitrariedad

Curioso que la generación de energía fue considerada, por la propia emergencia sanitaria, como actividad esencial, opina Claudio Rodríguez-Galán.
mié 13 mayo 2020 11:59 PM

(Expansión) – En días pasados, los participantes de la industria eléctrica fueron nuevamente víctimas de la ilegalidad, la arbitrariedad y las ideologías retrógradas.

No hay cómo describirlo de forma más amable. Al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) le vino “como anillo al dedo” la emergencia sanitaria COVID-19 para emitir un documento que limita, entre otras acciones, las pruebas preoperativas de centrales eléctricas intermitentes (principalmente fotovoltaica y eólica), con el argumento técnico de que el bajo consumo industrial y la intermitencia propia de dichas tecnologías, tendrían impactos negativos en la confiabilidad y disponibilidad de la red eléctrica nacional.

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Curioso que la generación de energía fue considerada, por la propia emergencia sanitaria, como actividad esencial.

Lejos de la falacia técnica de que los niveles de consumo derivados de la pandemia se equiparan a los meses más bajos de un año normal (enero, por ejemplo) y que históricamente la intermitencia siempre ha sido gestionada en México y todos los países, el Cenace (la Secretaría de Energía, en realidad) lo que busca realmente es dar salida al combustóleo que producen las refinerías y que no encuentran mercado. La soberanía energética no encuentra un ente soberano que se las compre.

Peor aun, lo que busca es, de manera ilegal, regresar a un monopolio obsoleto y oneroso bajo la visión de que la Comisión Federal de Energía (CFE) debe buscar dicha soberanía, cuando no sólo está prohibido por la Constitución, sino que además se litigará con toda fuerza ante instancias nacionales e internacionales de protección a las inversiones.

La soberanía mal entendida, pues, seguirá colocando a México en el ojo de las cortes, los tribunales y la desconfianza mundial.

Yo no veo en ello mucha protección a la verdadera soberanía.

Curioso que, paralelamente, “como anillo al dedo”, ya no se habla de las adjudicaciones directas del Gobierno a alguien muy cercano a dicha empresa productiva del Estado.

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Pero todavía más preocupante resulta el hecho de que ya no nos extraña (“ya se acostumbrarán”, decía en otro tema el titular del Ejecutivo), que este gobierno actúe de forma caprichosa, borrosa, oscura y sin fundamentos ni motivaciones en sus actos de autoridad amparados en el “bien común”.

No, la iniciativa privada jamás se acostumbrará a que las ideologías Echeverristas que ya fracasaron, pongan en peligro miles de empleos y billones de dólares en inversiones que el Estado no tiene forma de sustituirlos, salvo que sea con cientos de proyectos o empresas paraestatales sin justificación técnica, económica ni ecológica. Un gusto compartido con Luis Echeverría.

Como ocurrió con el terremoto de 1985, si algo ha puesto en relieve esta pandemia es no sólo un gobierno incapaz, sino que es la sociedad la que está dando la cara a las dificultades económicas.

Las ideologías impuestas desde 2018 habían causado ya suficiente daño, inclusive antes de la pandemia; ésta sólo vino a dar elementos encubridores a los errores garrafales previos. Sí, efectivamente, “como anillo al dedo”.

Es la comunidad empresarial, chica, pequeña o grande, la que crea empleos y distribuye oportunidades reales a quienes las merecen y se esfuerzan por conseguirlas, y es la que no se acostumbrará a las mentiras y falacias cubiertas bajo un falso manto sagrado populista y vacío llamado bienestar común o democracia participativa, bien conocida ahora como “consulta patito”.

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“Como anillo al dedo” el seguir creando desempleo de forma dolosa al anunciar que, si las empresas tienen que quebrar, que quiebren, o seguir cancelando inversiones a diestra y siniestra.

“Como anillo al dedo” crear desconfianza, desempleo y, a la postre, pobreza con acciones ilegales y sin fundamentación que sólo acrecienta el número de personas que, aunque no compartan la ideología de este gobierno, se tendrán que acercar dócilmente a él para conseguir apoyos económicos con la graciosa firma del Ejecutivo.

Esto es “como anillo al dedo” para que no les olvide quién se los da, como textualmente dijo la otrora titular de cierto partido político, Citlali Ibañez Camacho.

Todo esto lo confirma la lectura patética de cierto panfleto de adoctrinamiento color guinda llamado “Hacia una Economía Moral”, y de la elevada lectura de “La Economía del Bien Común” de Jean Tirole, Premio Nobel de Economía.

El primero cree que encuentra el hilo negro del bienestar basado en argumentos hepáticos, mientras que el segundo lo logra alejado de ideologías fracasadas, sin ideales monopólicos y sin el uso de frases populistas tercermundistas dogmáticas.

Como señala Mario Bunge, “el dogmatismo es el sello del político más interesado en el poder por el poder mismo, que como herramienta para hacer el bien”.

¿En qué consiste el plan de rescate económico de AMLO ante la epidemia?

No estamos en contra del bien común, se está en contra de la dolosa manipulación del término para imponer políticas arbitrarias y sin sentido.

El documento del Cenace es, en resumen, un paso más en el camino de dinamitar la economía de México, bajo la excusa de una pandemia y argumentos de bien común que simplemente no entienden o entendiéndolos para sus fines, los manipulan para aumentar el poder y limitar los contrapesos.

Primero los pobres y para lograr la llamada cuarta transformación se necesitan muchos, muchos más que requieran apoyo social.

“Como anillo al dedo”, van muy bien en ello.

Nota del editor: Claudio Rodríguez-Galán es Socio de la Práctica de Energía de Thompson & Knight. Está clasificado como un “Abogado Líder en Energía”, mexicano y global, por varias publicaciones internacionales, incluyendo Global Chambers, Chambers & Partners, Legal500 y Who’sWho Legal. Claudio tiene más de 16 años ininterrumpidos ejerciendo el Derecho Energético. Escríble a claudio.rodriguez@tklaw.com Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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