Hacia una madurez del mercado eléctrico en México

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Opinión

¿Directriz o regulación en la nueva política en el sistema eléctrico?

Para lograr esto hubo demandas de privados cuyos intereses fueron lacerados y un gobierno que entendió que debía dejar de invertir en la generación, transmisión, distribución y confiablidad del mercado eléctrico, estableciendo reglas claras y en las que cada disputa fue un precedente para dar certeza jurídica y confianza al mercado de inversión con el único fin de que cada parte obtuviera en forma equilibrada los intereses que le correspondían.

La nación dio certeza jurídica por medio de lineamientos y normas para obtener una utilidad económica que pueda usar en otros rubros y los privados cumplieron con ellas, pero en conjunto armonizaron un plan de largo plazo, que alcanzaron en 2015. Hoy están evolucionando a una red de transmisión y distribución más inteligente. Ahora el problema no son las plantas de generación, como fue la tecnología, sino cómo funciona en el sistema eléctrico.

Nosotros estamos en plena madurez del mercado ante un inicio de cuatro años y contando. El problema que veo para México es que cada administración deberá poner un granito de su parte para tener una mercado eléctrico confiable, técnicamente, e inversión pública o privada, pero es tiempo de sentarnos a establecer lo que es mejor para la nación en función de respetar los intereses de cada parte involucrada.

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La confiabilidad del sistema de energía eléctrica de México es crítica para la vitalidad económica del país y el bienestar de la sociedad. Hoy, esa confiabilidad está siendo desafiada, a medida que la infraestructura envejece y a medida que aumentan las incidencias de mal tiempo y otras amenazas al sistema.

Es importante que la administración actual, si su objetivo es dejar un orden del mercado eléctrico, debe ver fuera de la caja, entendiendo que controlar o manipular el futuro del mercado no está en función de las decisiones que se tomen solo del momento. Tiene la oportunidad de dejar reglas claras de largo plazo y percibir que la rectoría tendrá que ser para satisfacer la demanda de la sociedad y con certeza para las inversiones que quieren venir a México Podemos ser atractivos al demostrar que somos maduros en combinar la inversión pública y privada, sin lacerar o menospreciarse uno al otro.

Recordemos que asumimos como nación adquirir las mejores prácticas internacionales en forma técnica y adaptarlas a nuestras legislaciones. Derivado de ello, el 17 de febrero de 2018, México se convirtió oficialmente en el país miembro número 30 de la Agencia Internacional de Energía y el primero de América Latina, y en 2015 surgió el North American Cooperación on Energy Información (NACEI) como preámbulo para el T-MEC, como parte de la nueva integración que empezará el 1 de julio de este año.

Dado que muchos energéticos como el gas natural y la electricidad están incluidos en el tratado de libre comercio, se requiere tener una armonía de confiabilidad para poder tener continuidad en cada intercambio que se realice, con base en el capítulo 13, que indica que se brindará certidumbre jurídica y se respetarán los compromisos asumidos por México con los prestadores de servicios, exportadores, importadores e inversionistas que participen en el sector.

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Hoy, los países que dependen de mercados competitivos para mantener operaciones eficientes en el corto plazo, ya sea a través de contratos físicos bilaterales, intercambios de energía o mercados spot coordinados, representan el 54% del consumo mundial de electricidad. Una vez que China complete la implementación de su reforma del sector eléctrico, esta participación aumentará a casi el 80%.

Es tiempo de ponernos de acuerdo en que las administraciones claudican en un tiempo y la nación continua sin parar y al no hacer un plan en coordinación entre todas las partes estaremos destinados a que nadie quiera invertir en México. El momento se llama madurar con sentido común, para tener un mercado que proporcione electricidad confiable al menor costo para los consumidores.

Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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