En la reactivación, evita el contagio… de negatividad

Por ejemplo, ¿Has notado que después de pasar mucho tiempo con tu socio o un compañero de trabajo a menudo terminas sintiendo las emociones que está experimentando? De ser así, ojalá lo que te hayan contagiado sea de buen humor.

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Opinión

Reactiva la economía sin gastar un peso

El contagio emocional es un proceso complejo que generalmente ocurre de manera inconsciente. Según Elaine Hatfield, psicóloga experta en ciencias de la relación, “el contagio emocional resulta de nuestra tendencia a sincronizar nuestras expresiones faciales, tono de voz, posturas y comportamientos con los que nos rodean”.

Te invito a que analices lo que estás “respirando”. Revisa si frecuentemente te vinculas con alguien muy negativo y más importante: lo que tú transmites a otros, a nivel de gérmenes emocionales.

¿Estamos contagiándonos o contagiando de miedo, enojo y ansiedad a diestra y siniestra?

Partamos por lo básico: es natural sentirse estresado en este momento incierto ante la reactivación económica. De hecho, es saludable respetar y darte permiso de sentir esas "emociones desagradables". No se trata de evitarlas.

Ellas juegan un papel importante en la vida. Aportan mucha información sobre el mundo y son cruciales para la toma de decisiones. Sin miedo que te alertara, probablemente tomarías decisiones demasiado arriesgadas con tal de reactivar tu negocio.

Si bien las emociones desagradables pueden ser tus maestras, probablemente coincidas en que no quieres que sean las únicas que permanezcan en tu vida.

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Dada su capacidad para esparcirse rápidamente, ¿Qué puedes hacer para prevenir el contagio de ellas?

Para evitar ser contagiado de gérmenes emocionales:

- Usa tu inteligencia social y crea límites saludables con las personas que te agotan emocionalmente.

- Deja de pensar en lo que no puedes cambiar. Usa la perspectiva para dar un paso atrás y centrarte en cómo tu negocio puede sumarse al equilibrio entre bienestar económico y la salud.

- Dosifica el tiempo que dedicas a las redes sociales y al consumo de noticias negativas. Preferentemente infórmate qué están haciendo los negocios de tu industria para lograr reactivarse.

Ahora, a través de esta lista, revisa si eres tú el que está contagiando negatividad:

1. ¿Qué estás haciendo para evitar propagar el contagio emocional? Probablemente no percibas cuánta negatividad esparces si repetidamente publicas los números de muertes, desempleados y negocios cerrados. Toma conciencia de cómo con cada publicación estás detonando miedo en quienes te rodean y eso retrasa la reactivación y la confianza de los consumidores.

¿Qué pasaría si mejor compartieras un caso de éxito de algún negocio -como un restaurante- en relación a cómo garantiza protocolos de seguridad que detonen tranquilidad en sus clientes?

2. Quizá estás usando cubrebocas, pero ¿Estás cuidando lo que dices? Cada vez que expresas tu opinión en torno a la reactivación, ¿A qué le das más énfasis? ¿Al pronóstico económico desalentador? ¿O a enseñar a alguien más una habilidad tecnológica que hayas aprendido en estos meses para ayudarlo a reactivar su negocio?

3. ¿Qué tan limpios son tus pensamientos y palabras? Ante la incertidumbre de cómo reactivarás tu negocio, es natural sentir angustia y quizás estés reaccionando visceralmente, en lugar de responder con calma a tu pareja o hijos. Reconoce que todos en tu casa han tenido días en los que la convivencia ha sido un reto. Es natural que todos estén más sensibles que de costumbre. Así que aumentar tu dosis de autorregulación y flexibilidad será de gran ayuda para evitarte la desgastante culpa que viene después de haberle gritado a alguien en casa.

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Como última sugerencia: Pide opiniones de otros en tu círculo cercano si no estás seguro de tu comportamiento. Comparte a tu pareja o a algún amigo cercano tu interés por saber su opinión. Es común que no puedas ver claramente lo que estás proyectando a los demás.

Manejar tus emociones negativas o desagradables no es sencillo. Es algo que tienes que practicar conscientemente. La buena noticia es que las emociones positivas como la inspiración, la gratitud y el interés por ayudar a otros negocios a que salgan adelante también son altamente contagiosas.

En resumen, esta nueva etapa es una enorme oportunidad para que tomes acciones específicas que tendrán un efecto dominó en los más cercanos y en tu comunidad en general. Continúa haciendo todo lo posible para detener la propagación del contagio físico y emocional para favorecer la reactivación económica de nuestro país.

Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en Facebook (adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

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