Sin embargo, prácticamente todas las entidades del país tienen un menor número de empleos formales registrados ante el IMSS del que tenían antes de la pandemia. La única excepción es Baja California, donde del cierre de febrero al cierre de agosto se han agregado 3 mil 790 empleos formales al registro.
A nivel nacional, la pérdida de empleos formales a raíz de la pandemia ha sido pronunciada: en 6 meses, el registro del IMSS ha perdido 1 millón 25,194 empleos asegurados, una pérdida equivalente a 3 veces la generación total de empleo formal del IMSS en 2019.
Dada esta pérdida, y a pesar del aumento en el número de empleos formales observado en agosto, queda un largo camino por recorrer para recuperar los empleos que se han eliminado a raíz de la crisis, tanto en el sector formal como en el informal.
De acuerdo con cifras publicadas por el INEGI, entre marzo y julio se han perdido 2.3 millones de empleos formales (que incluyen a los registrados ante el IMSS pero también a trabajadores del estado, profesionistas y otros que son formales pero no están registrados ante el Seguro Social), así como 3.7 millones de empleos informales, para un total de 6 millones de trabajos.
Conforme las actividades económicas en todo el país avancen con la reapertura gradual, el número de empleos disponibles en el país incrementará; sin embargo, no se puede depender únicamente del impulso de la reapertura para la recuperación, sino que se deben proporcionar estímulos que faciliten una generación más rápida de trabajos.
De otra manera, la reposición se alargará, y afectará el nivel de ingresos de buena parte de los trabajadores y las familias del país.
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