En mi opinión, la variable que hace diferente dicho cuestionamiento responde a la incertidumbre que tenemos las organizaciones y los colaboradores respecto al futuro. Es una realidad que el corto, mediano y largo plazo dejó de “tener sentido”, el mañana puede ser interpretado como cualquiera de los tres; el entorno social, político, económico puede dar giros de 180° en tan solo unos días, a una velocidad sin precedentes y no solo en nuestro país sino a nivel mundial.
En 2020 el instinto de sobrevivencia se hace presente. Si vemos la historia, todas las civilizaciones que se han resistido al cambio simplemente han desaparecido y las que adoptaron lo que hoy llamamos flexibilidad mental, evolucionaron y dieron origen a las nuevas civilizaciones, así está pasando con las empresas.
Como líder de Capital Humano, vislumbro este momento como una maravillosa oportunidad de asumir con mucha pasión el compromiso de acompañar a nuestros colaboradores y líderes a crear una cultura, donde los comportamientos más apreciados en la era post COVID sean la pasión por los cambios, la resiliencia y el pensamiento holístico que serán la base para reinventar nuestras empresas.
Desde esta perspectiva de Recursos Humanos tenemos la grandiosa oportunidad de implementar estrategias de reconocimiento, que promuevan la innovación, generen ideas disruptivas para desaprender todo lo que no está en sintonía con el mundo cambiante y abran paso a aprender aquello que nos permita adaptarnos rápidamente, así estaremos preparados… ¿para qué? No estoy muy segura.
OPINIÓN: El reto principal será reemplazar competencias, no personas
De lo que sí estoy segura es que tendremos al mejor equipo, comprometido y listo para ser más competitivos, para enfrentar lo que venga, en beneficio propio, de todos los colaboradores y de la empresa misma.
Asimismo, es un hecho que tenemos que transformar la estrategia de atracción de talento:
- Quienes buscamos talento necesitamos colaboradores con quienes demos vida a la gestión de talento actual, así que nos interesan personas que sumen esfuerzos, que colaboren en la formación de equipos de trabajo, se integren rápidamente, tengan habilidades de comunicación a distancia y en persona, se comporten con mucha ética y respeto, que pregunten si algo no quedó claro, porque lo más seguro es que los nuevos colaboradores tendrán que comprometerse con la empresa remotamente. Por ello, es importante fomentar el principio de que en equipo somos mejores siempre.