Cada día que pasa estoy más convencida de que tenemos la gran oportunidad de reconstruir y mejorar nuestra estrategia, así como tomar un rol protagónico en el diseño e implementación de iniciativas disruptivas e innovadoras que simplemente transformen la gestión del talento y al mismo tiempo acompañemos a todos los miembros de nuestras empresas en “el camino de la evolución” para lograr una administración evidentemente más flexible pero mucho más productiva.
La crisis mundial vino a desvanecer el temor a cambiar y nos ofrece la posibilidad de reinventarnos.
Primero, debemos tener muy claro que nuestras prioridades cambiaron de un día para otro. Hoy la seguridad de nuestros colaboradores es primero, estamos destinando mayores presupuestos para invertir en el bienestar de nuestro capital humano, principalmente lo estamos designando a programas con un enfoque en el cuidado mental, emocional y físico de los que formamos parte de la empresa y definitivamente flexibilizamos las condiciones de trabajo; estas acciones están siendo de alto impacto para lograr equipos de trabajo mucho más comprometidos, lo que estamos seguros que trascenderá en la productividad y satisfacción de todos.
El segundo gran cambio ha sido la súbita implementación del trabajo remoto o también llamado trabajo a distancia. Los procesos y métodos de trabajo se han adaptado a esta modalidad con un enfoque de productividad, ya que hemos tenido que reorganizar nuestras vidas personales y rediseñar nuestros espacios de trabajo para continuar con el logro de los objetivos profesionales, sin impactar las dinámicas personales y/o familiares y eso definitivamente ha traído madurez en nuestro balance de vida.
El tercero es la adaptación de los estilos y formas de la comunicación. Súbitamente estamos desarrollando habilidades para comunicarnos mejor por escrito entre las diferentes generaciones, al utilizar con mayor frecuencia la mensajería instantánea en los medios electrónicos que existen en la actualidad. Debemos cuidar que sea mucho más frecuente, clara y transparente pero también con mucho más respeto y ética para mantener la armonía y el trabajo en equipo.
OPINIÓN: Potenciar el capital humano a través de la tecnología
Cuarto, es inminente que la evolución del liderazgo hoy es una de nuestras prioridades para desarrollar y/o mejorar la habilidad de “conectarnos” con nuestros colaboradores a fin de transmitir las estrategias adecuadamente. Tenemos que aprender a jugar unas veces como líder y otras como miembros de equipo para generar la empatía, que es una de las principales fortalezas que debemos perfeccionar, ya que, al utilizarla, más fácil entendemos las situaciones de vida de cada colaborador y establecemos acuerdos ganar-ganar.
Debemos tener muy claros los objetivos organizacionales para alinearlos con los objetivos personales de nuestros equipos de trabajo y así identificar los elementos de apoyo que proporcionaremos para el logro de estos, consiguiendo orgánicamente el engagement y el respeto de nuestros equipos de trabajo.