En México se habló de una pérdida de cerca del millón de empleos durante los primeros meses en que nos golpeó la pandemia (entre abril y junio), sin embargo, a partir del mes de julio, de acuerdo con datos del INEGI, se comenzó a detener y recuperar el número de empleos formales activos registrados en el IMSS.
Lo que no se ha comentado es que muchos de estos empleos han sido generados por empresas de tercerización de personal o el denominado outsourcing.
Según la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), organismo que integra a las empresas de tercerización de personal que cumplen cabalmente con las disposiciones que la ley laboral y fiscal solicitan, ha existido un incremento de empleos en la industria logística, alimentos y bebidas y de comercio electrónico; sectores en los que se ha usado el esquema de outsourcing formal.
Considerando esta información y sabiendo que 2021 será un año de grandes retos, ¿vale la pena que en el pleno legislativo se esté hablando de una eliminación del outsourcing? ¿No se debería de estar discutiendo sobre cómo generar la mayor cantidad de empleos formales para ayudar la recuperación del país?
Considero que la discusión debería de estar centrada en el aprovechamiento de todas las fuentes de empleo formales que existen en el país para hacer frente al difícil año que tenemos enfrente. Ya que ahora nos enfrentaremos de forma más directa a la crisis económica generada por la pandemia.
En este sentido, la subcontratación o tercerización de personal formal, es un elemento que, al menos en estos tiempos, se vuelve esencial para que la recuperación de empleos formales sea más rápida. Tomando en cuenta que las autoridades deben enfocar sus esfuerzos en validar que las empresas de tercerización cumplan y respeten las obligaciones fiscales y laborales, respetando el salario real del trabajador al darlo de alta en el IMSS y pagar íntegramente sus contribuciones durante toda la relación laboral. Para que de esta forma, los trabajadores pueden recibir, al menos, las prestaciones mínimas que marca la ley.
Recordemos que 56 de cada 100 mexicanos se emplean en la informalidad, por lo que estamos urgidos a la creación de empleos formales para que más personas puedan tener acceso a seguridad social, que tan importante será en el futuro próximo.