La nueva visión que el propio mercado tiene de México es una diversificación de marcas, imágenes y selección que puede tener cada consumidor de escoger a quién o qué producto comprar, anteponiendo a la calidad del combustible, y pasando a segundo término, el precio.
La calidad está ligada a los litros por kilómetros recorridos y a mediano plazo será por los contaminantes que emanen de la combustión ante nuevas alternativas que den lugar a tener disponibilidad de tener carros eléctricos, híbridos o aquellos que usen combustible con hidrógeno (apenas en desarrollo). Ante el hecho de que el negocio no está en las estaciones de servicio, cada empresa que esté involucrada dentro de la cadena de este mercado deberá decidir en qué parte estar o influir.
Muchos consideran que el éxito de la venta del combustible está en la imagen que el consumidor observa en el trayecto a algún lugar y define a quién comprar. Esta realidad virtual fue modificada en México a partir de la entrada de nuevas marcas de combustibles y donde cada cliente ya no compra por la imagen.
Hay que dejar en claro que una marca o no es igual a la imagen. La primera quiere transmitir sobre sí misma la expresión de su personalidad y su esencia visual, mientras que la imagen corporativa es la forma en la que el público percibe la marca. Al cliente en México, el mercado le ha dado la oportunidad de tener diferentes marcas de productos estándares (supuestamente) de combustibles que provienen de refinerías de Pemex, importaciones que privados y/o la empresa productiva realizan para el mercado, y donde la diferencia es definida por la calidad de los combustibles que el cliente o el dueño de una estación de servicio nota al ver la preferencia de cada consumidor.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE), dentro de sus funciones garantes del mercado y en apoyo al consumidor, está siendo parte importante de la contracción de la participación de la marca Pemex, ya que al no haber nuevas estaciones de servicios está limitando el crecimiento de esta empresa ante una imagen desgastada visualmente y que el consumidor o dueño de una estación espera que la marca pueda estar al nivel de las otras que hoy en día están en el país.
Marcas como Valero, Shell, BP, Exxon y otras, que han logrado posicionarse en el mercado mexicano, ofrecen gasolinas con un mayor octanaje, aditivos a los combustibles para la mejora de la combustión, rendimiento del motor y vida útil, además de ofrecer un soporte directo a cada estación que tiene la imagen de la marca.