¿Por qué es importante el etano?

Y es que el etano y sus derivados constituyen la cadena petroquímica más importante de Pemex. La caída en la producción que se ha registrado en los últimos años ha traído consigo una serie de estragos que no son exclusivos de la petrolera nacional y que, como atestiguamos hace unas semanas, llamaron la atención del presidente López Obrador.

El suministro de etano es uno de los pendientes de esta administración. Y a la luz de la crisis que enfrentamos los mexicanos, sería sensato que el gobierno federal promueva inversiones que detonen la actividad económica, y en ese sentido, el etano como precursor petroquímico pudiese generar dividendos, entre ellos, elevar la producción en los complejos de Pemex en el sur de Veracruz.

Este punto lo explico a continuación.

Detrás de un producto final hay una secuencia ordenada de actividades que añaden valor a determinada materia prima, o grupo de materias primas. A esta forma de organizar la producción la conocemos como cadena de valor.

Así, de manera simple, podemos concebir a la petroquímica como la industria detrás de la industria, como la actividad que nutre con sus materias primas a un sinnúmero de procesos que culminan en la manufactura de productos finales que diariamente usamos, desde los plásticos en nuestros vehículos o en los empaques de alimentos hasta los fertilizantes que aumentan la productividad del campo y los textiles, por mencionar algunos ejemplos.

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Opinión

¿El restablecimiento de una política petroquímica nacional?

En México y en el resto de América del Norte, el precursor petroquímico más importante es el etano, el cual, al ser transformado en etileno y éste en petroquímicos intermedios como el óxido de etileno, polietilenos, estireno o cloruro de vinilo y éstos a su vez en productos finales, tiene la capacidad de aumentar su valor y de generar una derrama de recursos que se traducen en empleos, inversión e impuestos.

La valía del etano no se detiene ahí. Otra particularidad de éste - y de la petroquímica en sí - es que su impacto también tiene una dimensión geográfica. No todas las actividades - o cadenas de valor - arriba mencionadas se encuentran en la misma localidad. Por ejemplo, la producción de óxido de etileno en X ciudad pudiese favorecer inversiones para producir anticongelantes para automóviles, detergentes o botellas de plástico en Y ciudad.

Lo anterior muestra que la importancia del etano está en su transformación, es decir, en las actividades que se requieren para llevarlo desde su producción hasta el consumidor final.

Y es ahí donde México desafortunadamente no lo ha hecho del todo bien.

En los primeros 8 meses del 2020 la producción de etano promedió 75,000 barriles, cifra lejana a los 120,000 barriles que en promedio se produjeron en el 2010. Dicha caída ha tenido consecuencias más allá de Pemex, como lo explicaba anteriormente.

De modo que una de las consecuencias de contar con insuficiente etano en el país es la pronunciada contracción que Pemex ha experimentado en la producción de derivados, la cual de manera agregada pasó de 2.6 millones de toneladas en el 2010 a 924,000 toneladas en el 2019. Entre enero y agosto de este año, Pemex reporto una producción de solo 441,000 toneladas de derivados del etano. Los datos son del Sistema de Información Energética.

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Opinión

El eclipse a las energías renovables en México

Parte de la historia que nos cuentan estos números es que México no ha hecho lo necesario para utilizar la infraestructura existente, ocasionando que la demanda interna se satisfaga a través de importaciones. El monto de las importaciones de resinas plásticas, muchas de las cuales provienen del etano, ascendió a 24,585 millones de dólares en el 2019, de acuerdo con la base de datos de estadísticas del comercio internacional de las Naciones Unidas (UN Comtrade Database), y fue mayor a los 22,403 millones de dólares de exportaciones de crudo en ese mismo año.

Dicho todo lo anterior, no hay duda de que la importancia del etano es mayor de lo que parece.

El gobierno tiene en sus manos la facultad de solucionar el problema del suministro en el mercado nacional, al menos así lo sugirió el pasado noviembre cuando se presentó el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura con el Sector Privado y el que contemplaba la construcción de una terminal para importar etano en área de Coatzacoalcos, Veracruz.

¿Esta terminal es parte de los proyectos a anunciar en el plan de infraestructura que, según el Consejo Coordinador Empresarial, se presentara la semana entrante? Eso no puede saberse, pero de lo que sí tenemos conocimiento es que allá afuera en las calles hay millones de mexicanos esperando a que el país se recupere económicamente.

Importar etano para que se transforme en petroquímicos intermedios y posteriormente en productos finales puede ayudar a cumplir este cometido.

Nota del editor: Adrián Duhalt es investigador posdoctoral en temas de energía en el Instituto Baker de la Universidad de Rice. Síguelo en Twitter como @AdrianDuhalt y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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