¿Buscas trabajo? El INE busca personal para las elecciones de 2021
En realidad, el outsourcing se ha utilizado para cometer más abusos que para flexibilizar y facilitar al mercado laboral.
El outsourcing no genera valor, solo es un esquema de intermediación
En la práctica, el outsourcing funciona como intermediario, más que como un flexibilizador laboral. Es una especie de dealer que interviene en el mercado de trabajo, a cambio de una participación de la ganancia.
Dicha ganancia proviene del mismo valor del trabajo. Por ello, la intermediación del outsourcing no agrega valor al producto del trabajo, sino que, únicamente reasigna las ganancias producidas por este, entre las empresas de outsourcing y los patrones, en detrimento del trabajador y de los sistemas de fiscalización del Estado.
La ganancia de una empresa de outsourcing es la diferencia entre el "salario de mercado", es decir, aquél que paga la empresa a su trabajador por contratarlo conforme a la ley, versus el salario ofrecido por la empresa de outsourcing.
Más, alguna comisión que pague la empresa al servicio de outsourcing por llevarle la nómina. Y, finalmente, los “ahorros” obtenidos por no inscribir a los trabajadores en el Seguro Social, o hacerlo con salarios menores a los que perciben.
La flexibilización laboral
Es cierto que las pequeñas y medianas empresas también se benefician de los esquemas de outsourcing. Pero son las menos. En general, las pymes se saltan directamente a la informalidad.
De acuerdo con los Censos Económicos 2019, un 75% de los 4.685 millones de empleados que no dependen de la razón social (subcontratados) pertenecen a empresas medianas y grandes.
La flexibilización laboral no radica en esquemas que desequilibren la balanza entre el trabajador y el empresario, sino en esquemas que permitan la transición desde la informalidad hacia la formalidad laboral.
La respuesta para lograr dicha transición es fácil decirla, pero casi imposible ejecutarla. Por un lado, tener mejores salarios, y por otro, contar con un paquete de incentivos para apoyar la contratación formal por parte de las pequeñas empresas.
Nota del editor: Iván Franco es fundador y director de la consultora de inteligencia competitiva Triplethree International. Síguelo en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión