Ser sostenible ha dejado de ser algo deseable para las empresas, pues ahora se trata de un elemento indispensable. En la actualidad, además de los ingresos, las aportaciones a la sociedad son cada vez más necesarias para crecer como organización, sin importar su tamaño.
Y estas se presentan de distintas formas, desde proporcionar las condiciones para un trabajo adecuado e incorporar políticas de cuidado ambiental, hasta lograr desarrollo económico e incluso la planificación de las ciudades para contar con comunidades sostenibles.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fueron establecidos cinco años atrás en la Agenda 2030 y proporcionan marcos de acción en cinco dimensiones estratégicas: personas, planeta, prosperidad, paz y alianzas para el cumplimiento. La consecución de estas metas requiere de una estrecha colaboración entre gobierno, sociedad civil e iniciativa privada, así como el uso de herramientas tecnológicas para visibilizar y eficientar procesos para el mejor aprovechamiento de los recursos y generar empleos justos y equitativos.
Actualmente, diversas empresas en México han adoptado la tecnología para el cumplimiento de sus metas y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Esta colaboración se ve claramente reflejada en el reporte Tecnología, llave para el desarrollo sostenible que presenta los casos de éxito de organizaciones que comprendieron que la innovación y la tecnología juegan un rol crucial en el día a día del negocio.
Es importante cambiar el mindset y entender cómo las herramientas ayudan a agilizar los procesos propios de las empresas, haciéndolos más eficientes. El desarrollar, acceder y analizar la información -prácticamente en tiempo real- ha permitido que la toma de decisiones sea más rápida y pertinente, pudiendo medir los avances de los objetivos y ajustar los planes de acción.
Además, la digitalización ha permitido poner en marcha proyectos de automatización de los procesos de recursos humanos con el objetivo de lograr mejores experiencias laborales. La tecnología ha dado la posibilidad de “tomar el pulso” en tiempo real a los colaboradores durante la etapa más crítica de la pandemia, monitoreando su salud física y mental, así como el clima laboral.