1. Disminuye tu perfeccionismo y acepta la realidad
Una de las desventajas de tener una actitud perfeccionista es vivir en la mentalidad del todo o nada. Me refiero al que piensa “si en esta temporada no asisto a todas las fiestas a convivir, mi familia, amigos y mi tradicional fiesta godín, entonces no hay nada que disfrutar.”
El perfeccionista sufre porque no acepta la realidad
La tuya este año probablemente ha tenido pérdidas no solo de vidas sino también de planes económicos y rutinas para vivir el día a día. Todas ellas generan tristeza, ansiedad, enojo e incertidumbre.
Es importante que te tomes el tiempo de evaluar cómo cambió tu vida este año y aceptar tus sentimientos. El riesgo de no hacerlo es que aquello que reprimes, tarde o temprano sale y te afecta negativamente.
Mientras más te aferres al ideal de lo que debería ser esta temporada, más persistirá tu frustración.
Cualquiera que sea tu emoción, acepta tu realidad y permítete sentir. En otras palabras, date permiso de ser humano.
Mi papá dice que lo que toca es aceptar para poder soltar y dejar ir.
Una manera de favorecer esta aceptación es poner en palabras tus sentimientos: así que te invito a tomarte una tarde para hablar de esto con alguien o escribirlo. Te será de gran ayuda.
Además, no tienes que encontrar todas las respuestas por tu cuenta, así que si prefieres pedir ayuda de un profesional, adelante. Una de las ventajas de tomar este apoyo es que identificarías por qué te sientes así. Si conoces esto puedes tomar acciones para cuidarte, tener mejores relaciones y sentirte más feliz con quien eres.
Sería útil platicar con tu familia de las expectativas que tienen para esta temporada. Decidan juntos qué no es viable y qué actividades podrían ser nuevas. Incluye a los niños en esto y permite que expresen cómo se sienten.
Considera que la actitud de ellos con frecuencia es un reflejo de la de sus adultos. Así que si ellos ven adaptación de tu parte, también se sumarán.
Es natural que como familia tengan expectativas pero es importante adaptarlas a la realidad.