Algunos coaches ejecutivos de igual manera utilizan distinciones que finalmente son “una nueva manera de nombrar una misma realidad, que invita a adquirir un significado distinto al que había adquirido originalmente con la manera original de nombrar dicha realidad”.
En Talento Humano, en cambio, hay algunos términos que deberíamos instaurar urgentemente y utilizar tan seguido como las palabras compromiso, rotación, fuerza de trabajo, desarrollo, competencias, entre muchas otras.
Nuevas palabras o términos que describen ciertas situaciones nos dan nuevas opciones y alternativas para tomar acción. Veamos tres de ellas relacionadas a Talento Humano:
1. Coherencia organizacional
Las organizaciones están llenas de incoherencias organizacionales, pero rara vez se habla de ellas. La más importante de todas: las incoherencias que se dan entre la visión y el mindset organizacional.
Imagínate una matriz sencilla de 2x2 en la que en el eje vertical se tiene el nivel de visión y en el horizontal el nivel de mindset organizacional, es decir, los hábitos, las rutinas, las creencias y tradiciones de una cultura ganadora y que finalmente traducen la visión en comportamientos y acciones diarias.
Una gran visión sin el mindset organizacional adecuado es una situación de soñadores. Un gran mindset organizacional sin una visión solo son buenas intenciones. Y ni hablar de no tener ni visión ni el mindset organizacional adecuado, eso simplemente sería misión imposible. Pero lo importante es la coherencia que se logra cuando se tienen las dos. Y esto se puede aplicar a nivel corporativo y a nivel personal.
Qué poderoso es poder decir: existe una gran incoherencia entre la política de desarrollo y lo que sucede en mi departamento e ir tras esa incoherencia. Una organización con coherencia organizacional es organización con excelencia organizacional.
2. Productividad evolutiva
Sería extraño hablar de productividad evolutiva durante una reunión, suena un poco extraño. Pero más raro aun es que las personas se llenen de actividades que no generan verdadero valor. Las culturas y las metodologías ágiles están ayudando a mejorar esta situación. Sin embargo, hay mucho por hacer.
Por lo tanto hay que diferenciar entre dos conceptos sumamente conocidos. El primero es administración, que en su forma más sencilla se puede sustituir con “estabilidad”. Una empresa, un equipo o un proyecto bien administrado genera una cierta estabilidad, los recursos están bien enfocados, etc. En cambio, por otro lado, tenemos liderazgo, que, en su forma más sencilla, lo podemos sustituir con “evolución”.
Podemos hablar de productividad evolutiva cuando se ha logrado una evolución en la empresa, en el proyecto, en un proceso o en una persona. Estar ocupado o tener una agenda llena no dice nada. El verdadero progreso está en la evolución.