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3 claves para superar las revolcadas de la ola de la vida

Ahora que estamos a punto de acabar el primer mes del año sin fecha final para el confinamiento (...) nuestro nado por la vida puede parecer imposible, pero no lo es, opina Mariel Hawley.
vie 29 enero 2021 05:44 AM

(Expansión) — Para muchos de nosotros terminar el año pasado fue un verdadero logro, parecía el fin de una etapa muy complicada; pensamos que el 2021 borraría ese ciclo que cambió nuestras vidas para siempre. Sin embargo, la realidad es muy diferente y de nuevo nos pone a prueba para seguir adelante.

Los retos que vienen serán complejos y eso nos puede generar la sensación de cansancio y agotamiento. ¿Tú también te has sentido así, como atrapado, sin poder avanzar aun cuando lo intentas?

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La pandemia no nos permitió cerrar el 2020 y tampoco nos ha dejado iniciar el 2021 con el entusiasmo de los sueños y los nuevos proyectos. Esa sensación de debilidad y extenuación la viví mucho antes del COVID-19 y en distintas etapas de la vida, pero me ha recordado un momento en particular: mi cruce a nado del Canal de la Mancha, considerado el Everest de la natación. Hoy quiero compartirte las lecciones que me dejó esa experiencia para que tú también logres cruzar esta o cualquier otra revolcada de la ola en tu vida.

¡Ya no puedo más!

Tras muchas horas de nadar seguía sin avanzar, y peor aún, parecía que lejos de progresar y por más esfuerzo que hacía para seguir, la corriente me regresaba y me alejaba de la costa francesa. La temperatura del agua era de 16 grados centígrados, el viento provocaba un oleaje alto y eso literalmente me revolcaba con cada brazada. Estaba al límite.

Mientras caía la noche, y después de más de nueve horas nadando, el frío era cada vez más intenso. Las olas me impedían ver con claridad y la sensación de nadar con todas mis fuerzas sin avanzar nublaron mi entusiasmo y determinación hasta llegar al punto de gritar “¡Ya no puedo más, no puedo seguir!”.

En ese instante, mi abuelo paterno Austin B. Hawley —quien fue soldado en la Primera Guerra Mundial como parte del ejercito inglés— vino a mi mente y recordé una plática que tuvimos hace muchos años.

Él me contó que sobrevivió la guerra no por optimismo, sino con un solo objetivo en mente: llegar al final. Sin importar lo que sucediera en el camino, su meta era llegar con vida al final de la guerra controlando aquello que solo él podía controlar: su actitud y sus emociones. Justo así fue como mi abuelo Austin llegó con vida a casa: “esa fue mi arma secreta en los momentos más complicados”, me confesó.

Entonces me dije a mí misma: “Aquí lo importante es seguir adelante hasta llegar a Francia, sin importar cuánto tiempo falte o qué tan complicado esté el nado. Solo seguir adelante para llegar a Francia, controlando mis emociones y mi actitud frente a este desafío”. Y eso fue lo que hice, llegué a la orilla después de nadar 14 horas y 33 minutos una distancia de 33 kilómetros.

Ahora que estamos a punto de acabar el primer mes del año sin una fecha final para el confinamiento, tras los decesos de seres queridos, los contagios de muchos más y el estrés de sobrellevar las responsabilidades del día a día, nuestro nado por la vida puede parecer imposible, pero no lo es.

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Si al igual que yo experimentas esa sensación de estar atrapado en el mismo punto o de nadar contra la corriente, te comparto los tres principios de sobrevivencia que me han ayudado y que espero te sirvan a ti también para seguir adelante:

1. Claridad en tu objetivo: reflexiona cuál es tu verdadero objetivo, como hizo mi abuelo o James Stockdale, capitán del ejército norteamericano que fue hecho prisionero en la guerra de Vietnam y estuvo cautivo más de siete años, pero nunca dejó de tener claro que sobreviviría para disfrutar de nuevo su libertad. El propio Stockdale diría después: “No hay que confundir la fe que tenemos de que llegaremos al final con la disciplina para hacerle frente a las dificultades del camino”.

2. Controla lo que puedes controlar: al igual que muchas personas que han vivido situaciones complejas y no tienen la posibilidad de controlar lo que sucede a su alrededor, a nosotros nos está pasando lo mismo. No tenemos la capacidad de controlar la pandemia y muchas otras situaciones externas, pero sí podemos (y debemos) controlar nuestras propias circunstancias. Enfocarnos en nuestra actitud y emociones será un arma muy poderosa para seguir adelante logrando avances aún si vas a contracorriente.

3. Disfruta el camino: a pesar de que las circunstancias sean adversas, disfruta cada día; esa es una decisión muy poderosa que no solo ayuda a fortalecernos, sino también a apoyar a otros en el proceso.

Hoy estamos vivos y con la maravillosa oportunidad de estar conectados a través de este texto. ¡Ambos somos muy afortunados por ello! Nuestra mejor aventura es esta travesía llamada vida, no la desperdiciemos por nada.

Nota del editor: Mariel Hawley es la persona 15 en el mundo en completar el reto Oceans Seven o Siete Mares, en 2019 fue reconocida como la mujer del año de las aguas abiertas, es presidenta de “Queremos mexicanos activos”, conferencista y autora de los libros “Corazón de mar” y “Días Azules”. Síguela en Instagram , Facebook y Twitter . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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