Esta situación de ligereza y presión por lograr cosas con rapidez no solo afecta nuestra vida como personas, sino que está acelerando los procesos de todas la relaciones humanas, sean personales, sociales, políticas o profesionales. Sin embargo, debemos recordar la frase del famoso fondista español José Manuel Martínez Fernández, mejor conocido como Chema Martínez, “No siempre gana el que llega primero”.
Trasladando esta situación al contexto de la reforma al outsourcing que lanzó el ejecutivo a finales del 2020, me complace ver que ha ganado la idea de ganar-ganar, aunque eso signifique no hacerlo rápido.
A quienes estamos inmersos en esta industria, iniciamos este año con la presión de atender una reforma que tenía todas las características de ser una liebre, aludiendo a la clásica fábula de la liebre y la tortuga, en donde parecía que el gobierno tenía prisa por llegar a la meta con la aprobación de la iniciativa; sin importar si era la mejor solución al problema.
Estoy totalmente de acuerdo y convencido de que debemos regular la industria para evitar que empresas con malas prácticas utilicen este tipo de servicios para enriquecerse a costa del país y de las personas trabajadoras; sin embargo, me parece que el ritmo y la premura que se tenía por aprobar una reforma “justa” a ojos de un solo jugador no era lo más conveniente para el país, la economía ni para las y los trabajadores.
Celebro que ante el inicio del primer periodo ordinario de sesiones de este año, la iniciativa en materia de subcontratación no fuera presentada como preferente, porque esto mantiene el diálogo abierto entre el gobierno, la iniciativa privada y el sector obrero a fin de incorporar ajustes, incluyendo un periodo transitorio más amplio que permita a las empresas implementar los cambios necesario al interior de sus organizaciones y analizar con detalle las diversas aristas que subyacen en la generalidad del tema.
Para llegar a este momento de poner un alto analizar a detalle la discusión, ha sido muy importante el empuje y presión que han ejercido organismos como la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), de la cual ostento el cargo de la secretaría general; la cual presentó su propuesta de cambios a la iniciativa a fin de abrir el campo de aplicación de servicios especializados no limitados o restringidos al objeto social y/o actividad preponderante, así como la inclusión de servicios de trabajo temporal.