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Las asignaturas pendientes en igualdad de género

Los líderes empresariales de excelencia son aquellos capaces de dirigir equipos de trabajo productivos y creativos, apunta Guillermo Fournier.
jue 11 marzo 2021 11:59 PM

(Expansión) - Sin duda toda lucha por conseguir el reconocimiento de derechos humanos ha sido una lucha histórica que implica tiempo, esfuerzo, y arduo empeño. Tal es el caso de los distintos movimientos feministas que a lo largo de las décadas han logrado significativos avances plausibles, desde el derecho al voto de las mujeres, hasta la proliferación de liderazgos femeninos en posiciones directivas en el ámbito empresarial.

Para las generaciones jóvenes es difícil imaginar un mundo en el que las mujeres no contaban con oportunidades para estudiar carreras universitarias u ocupar puestos gerenciales en empresas importantes. Es verdad que la realidad contemporánea es radicalmente distinta en cuanto a espacios y opciones para el desarrollo del talento femenino se refiere respecto de siglos pasados.

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Sin embargo, también es cierto que aún quedan muchas asignaturas pendientes que debemos observar.

Según los últimos datos oficiales del INEGI, las mujeres representan poco más del 50% de la población mexicana; no obstante, nuestro país nunca ha tenido una mujer presidenta, y si verificamos el número de empresas grandes dirigidas por mujeres, nos daríamos cuenta de que no hemos alcanzado niveles paritarios entre los géneros masculino y femenino.

Tanto en la administración pública como en la empresa privada, las mujeres no reciben las mismas facilidades que sus contrapartes los hombres. Los prejuicios, la discriminación, y los estereotipos, persisten entre la sociedad, fungiendo como obstáculos para las mujeres que buscan superarse y avanzar en sus aspiraciones laborales y profesionales.

Los roles de género predeterminados según concepciones sociales siguen vigentes en algunas comunidades. Creer que las mujeres deben limitarse a cubrir labores domésticas, o que su principal función es ser madres de familia, es una consideración contraria al movimiento por el pleno ejercicio de los derechos del género femenino; hombres y mujeres, por igual, disponen del potencial para desenvolverse en el rubro profesional y potenciar sus habilidades y talentos.

Los líderes empresariales de excelencia son aquellos capaces de dirigir equipos de trabajo productivos y creativos. En este sentido, las habilidades requeridas para ello son la empatía, el pensamiento colaborativo, y la comunicación asertiva.

Dichas cualidades resultan ser mucho más comunes entre los liderazgos femeninos; una y otra vez, las mujeres han demostrado su alta competencia para lidiar con la adversidad; la aptitud para establecer canales de comunicación abiertos y responder con sensibilidad ante los problemas, ha sido fundamental para que las mujeres destaquen por su liderazgo en estos tiempos de contingencia.

No puede negarse que existen impostergables asignaturas por resolver en las empresas en cuanto a igualdad de género corresponde; la brecha salarial es inaceptable, lo mismo que el hostigamiento laboral, y los despidos por causa de maternidad.

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Las mujeres merecen obtener la misma retribución por su trabajo respecto de sus pares masculinos; la violencia contra las mujeres debe erradicarse a toda costa; y debemos superar, por fin, toda clase de prejuicio hacia algo tan natural como lo es el que una mujer sea madre y se respeten sus periodos de lactancia.

La empresa, la sociedad, y el mundo, necesitan urgentemente de más liderazgos femeninos que sean reconocidos por sus aportaciones, capacidades, y talentos. El siglo XXI será una coyuntura crítica de oportunidad y evolución sin precedentes. La innovación tecnológico-digital merece ir acompañada de un profundo replanteamiento en materia de derechos, igualdad, y progresismo.

Seguramente las mujeres serán las grandes protagonistas del desarrollo empresarial de la próxima década; la igualdad de género constituye un mínimo indispensable para el crecimiento económico, la consolidación de la democracia y la justicia social.

Valoremos el papel de la mujer en la empresa y sociedad; trabajemos juntos en la construcción de un mundo de oportunidades para todos y todas.

Nota del editor: José Guillermo Fournier Ramos es docente en la Universidad Anáhuac Mayab. Vicepresidente de Masters A.C., asociación civil promotora de la comunicación efectiva y el liderazgo social. También es asesor en comunicación e imagen, analista y doctorando en Gobierno. Síguelo en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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