Sin embargo, también es cierto que aún quedan muchas asignaturas pendientes que debemos observar.
Según los últimos datos oficiales del INEGI, las mujeres representan poco más del 50% de la población mexicana; no obstante, nuestro país nunca ha tenido una mujer presidenta, y si verificamos el número de empresas grandes dirigidas por mujeres, nos daríamos cuenta de que no hemos alcanzado niveles paritarios entre los géneros masculino y femenino.
Tanto en la administración pública como en la empresa privada, las mujeres no reciben las mismas facilidades que sus contrapartes los hombres. Los prejuicios, la discriminación, y los estereotipos, persisten entre la sociedad, fungiendo como obstáculos para las mujeres que buscan superarse y avanzar en sus aspiraciones laborales y profesionales.
Los roles de género predeterminados según concepciones sociales siguen vigentes en algunas comunidades. Creer que las mujeres deben limitarse a cubrir labores domésticas, o que su principal función es ser madres de familia, es una consideración contraria al movimiento por el pleno ejercicio de los derechos del género femenino; hombres y mujeres, por igual, disponen del potencial para desenvolverse en el rubro profesional y potenciar sus habilidades y talentos.
Los líderes empresariales de excelencia son aquellos capaces de dirigir equipos de trabajo productivos y creativos. En este sentido, las habilidades requeridas para ello son la empatía, el pensamiento colaborativo, y la comunicación asertiva.
Dichas cualidades resultan ser mucho más comunes entre los liderazgos femeninos; una y otra vez, las mujeres han demostrado su alta competencia para lidiar con la adversidad; la aptitud para establecer canales de comunicación abiertos y responder con sensibilidad ante los problemas, ha sido fundamental para que las mujeres destaquen por su liderazgo en estos tiempos de contingencia.
No puede negarse que existen impostergables asignaturas por resolver en las empresas en cuanto a igualdad de género corresponde; la brecha salarial es inaceptable, lo mismo que el hostigamiento laboral, y los despidos por causa de maternidad.