La falta de estrategia lleva a que se dispare la demanda máxima de la planta con desbalances de energía, por un lado, y con aumento de costos de tarifa, por el otro.
La tercera fase es la del ahorro, pero cabe señalar que no es que los procesos anteriores no generen ahorros energéticos y/o económicos, al contrario, lo que se quiere evidenciar es que esta última parte tiene como finalidad principal la de generar ahorros en términos económicos.
Las vías principales para lograr dicho ahorro son dos: suministro calificado –cuando se pueda–, y/o generación local.
En lo que corresponde el suministro calificado, la implementación del mercado eléctrico mayorista a raíz de la reforma energética de 2013, ha permitido a muchos usuarios encontrar esquemas para reducir un 15% promedio su costo con respecto a la tarifa eléctrica que estaban pagando con suministro básico.
Ahora bien, aunque sea cierto que el suministro calificado lleva ventajas económicas, lo ideal para una mipyme es poder generar su propia energía.
Los motivos son diversos: en primer lugar, la calidad de energía. No es lo mismo generar su propia energía, que consumir la que se transporta por las redes.
Segundo, los costos son muchos más controlables con respecto al mercado y, una vez pagada la inversión, entre 4 y 6 años dependiendo de la tecnología instalada, el costo de la energía se reduce sustancialmente.
Tercero, la generación in situ permite poder mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, a través de una distribución de los turnos de trabajo más flexible, y de una reducción de la contaminación, ya que no se necesita transportar la energía desde una central de generación hasta el centro de consumo.
En definitiva, la Gestión Energética es, sin lugar a dudas, un medio que permitiría a las mipymes mexicanas reducir su impacto ambiental en los procesos productivos, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, reactivar la actividad económica del sector y ahorrar importantes cantidades de dinero.
Todo ello les permitiría ser mucho más competitivas en el mercado internacional, independientemente de las políticas públicas nacionales.
Nota del editor: Paolo Salerno es Doctor en Derecho y Managing Partner del despacho Salerno y Asociados Expertos en Energía, reconocido como mejor firma LATAM 2019 en Energías Renovables por Iberian Lawyers. Es profesor- investigador del Centro ITAM Energía y Recursos Naturales (CIERN-ITAM); Coordinador del Comité de Derecho Energético de la ANADE Querétaro; Consejero de Relaciones Institucionales del Clúster Energético de Querétaro, y uno de los 100 Líderes en Energía por la revista Petróleo & Energía. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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