La suposición subyacente que deriva en el apoyo es que la PI, en especial las patentes, es una barrera que bloquea a los fabricantes de vacunas en la producción de vacunas COVID-19, especialmente en países en desarrollo. Sin embargo, no existe evidencia de que las patentes sean un obstáculo en el acceso a los medicamentos o tecnologías relacionadas con COVID-19.
De hecho, las patentes y otras figuras de PI han contribuido al avance de la ciencia y las innovaciones en medicina y en la salud pública. Las vacunas COVID-19 desarrolladas recientemente son resultado de años de investigación respaldados precisamente por la PI. Sin la PI, es muy probable que hoy estaríamos mucho más lejos de contar con las soluciones tecnológicas que están haciendo frente a la pandemia, siendo testigos de lo que es posiblemente la empresa científica más importante en décadas.
La fabricación de productos biológicos, especialmente aquellos innovadores como las vacunas de ARNm o vectorizadas que hoy hacen eco, no es sólo una cuestión de acceso a patentes. La producción de las complejas moléculas de ARNm recubiertas de lípidos, virus recombinantes, o incluso las proteínas o virus inactivados utilizados en las vacunas de generaciones anteriores, requiere un alto nivel de sofisticación, mucho mayor que el necesario para producir fármacos tradicionales.
Las patentes dan la “receta”, pero para poder realizarlas hace falta contar con habilidades y pericias especializadas. Además, llegar al punto de tener una vacuna en mano es también un enorme esfuerzo económico y comercial. La producción de vacunas debe cumplir con requisitos estrictos de control y garantía de calidad, así como de supervisión regulatoria.
De esta manera, comercializar una vacuna requiere más que simplemente poner una patente en la mesa para que alguien lo tome, ya que ese alguien puede no tener la capacidad técnica o infraestructura para fabricar y distribuir. El desafío en realidad implica un esfuerzo colaborativo, donde la PI es una herramienta de innovación que funciona en el contexto de un proceso eficiente de transferencia de tecnología desde quien(es) desarrolla(n) la tecnología quien(es) se encarga(n) del esfuerzo comercial, considerando también a quienes financian el proyecto.
Además, la transferencia eficaz de tecnologías tan complejas requiere todo un ecosistema de proveedores y cadenas de suministro que puede tardar años, a veces décadas, en construirse. La generación de una infraestructura multinivel de este tipo implica una inversión (pública y privada) y un riesgo considerable.