Desde hace un año, el liderazgo de muchos ha sido puesto a prueba. Como CEOs, directores generales o de área, hemos tenido que tomar decisiones importantes de manera rápida, mitigar el caos, cuidar la salud emocional de nuestros colaboradores, pensar estratégicamente y además encabezar la transición hacia el terreno digital, todo en tiempo récord.
Como vemos, las nuevas formas de trabajo requieren de competencias laborales que antes no eran necesarias, pero que hoy en día son vitales para la mayoría de cargos medios y altos; competencias como la capacidad de trabajar a distancia, habilidades digitales y el intra emprendimiento, son fundamentales para mantener la productividad en las compañías.
Según una encuesta de evaluar.com, a más de 8,000 líderes y directivos de Recursos Humanos y Gerentes Generales de diferentes empresas en Latinoamérica, donde preguntaron qué habilidades requerían un cambio por parte de los directos de las compañías, sin duda el liderazgo tradicional fue la más importante, dado que el concepto de liderazgo en esta nueva normalidad quedó absolutamente fuera de contexto; adicional a esta competencia, se habló también del trabajo en equipo por objetivos y de la capacidad de comunicación efectiva como las principales debilidades a fortalecer para alcanzar los objetivos organizacionales.
En este sentido, la capacidad de comprender los cambios y adaptarse a ellos son la señal de identidad de los líderes que prosperarán, así lo señala el informe “Liderazgo en la nueva realidad”, realizado en 2020 por Ernst & Young (EY) y por ello, si reflexionamos sobre este nuevo rol del líder, podemos también definir mejor las características y comportamientos esperados, y así buscar consolidar nuestros equipos con líderes transformacionales, un estilo de liderazgo abierto al cambio, con afinidad por la tecnología, que rechaza las tareas operativas, es ágil, orientado a la innovación y mejora continua, así como al cumplimiento colectivo.
En esta nueva realidad ya no hay espacio para los líderes autoritarios y poco empáticos; por el contrario, como cabeza de un equipo tenemos que crear sinergias entre los integrantes de nuestra área y de otras, promoviendo el consenso para crear cambios de mediano y alto impacto rápidamente. Además, en un entorno tan volátil como el que vivimos, es importante no sólo saber adaptarnos, sino crear y anticiparse.