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El liderazgo del futuro, el arte de inspirar con un sentido humano

Líderes con una elevada consistencia y calidad humana atraen e inspiran a sus equipos, generan la visión de un futuro posible y se mueven a dimensiones inimaginables, considera Rafael García.
sáb 01 mayo 2021 12:04 AM

(Expasnión) - Es innegable el tremendo impacto que tienen los líderes para las empresas, pues han sido ellos quienes, a lo largo de la historia, han logrado lo que, para muchos decían, era “imposible”: la capacidad de inspirar a través de sus palabras y su talento para accionar realidades que solo ellos ven, pero que, sin esfuerzo, logran transmitir y apasionar a sus equipos con tal maestría que las ideas se materializan en resultados concretos y tangibles para todos. Cambiando y revolucionando nuestro mundo.

Basta recordar cómo Steve Jobs hace algunas décadas encargó a su equipo de ingenieros el diseño de un equipo celular que incluyera únicamente una tecla, algo imposible e impensable en ese momento pero que hoy es una realidad en las pantallas táctiles de los teléfonos que diariamente utilizamos y ya nadie concibe que pueda ser de otra manera.

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En la actualidad es preciso que existan líderes destacados y seguir formando personas con el talento para que se conviertan en los líderes del mañana, que tengan una alta congruencia y determinación para lidiar con múltiples circunstancias, pero, sobre todo, con una gran flexibilidad para regularse y saber gestionar su propio estado de ánimo para enfrentarse a escenarios cambiantes e inciertos que cada vez serán una constante.

Líderes con la capacidad de guardar la calma para acallar los miedos de las nuevas amenazas que puedan surgir y la inteligencia para pensar con claridad, para no perder la perspectiva con un trato cálido y humano, que les permita tomar las mejores decisiones con agilidad.

Sobra decir que nunca serán actividades sencillas las que desempeñarán los líderes, pues tras de sí llevan no solo el logro financiero y la estabilidad de las organizaciones que representan, también son responsables del bienestar y cuidado de todas las personas que depositan su confianza en ellos, así como su recurso más preciado, es decir el tiempo que invierten en su trabajo día a día.

Ahora bien, ¿cómo lograr que estos líderes sean congruentes, que cuenten con el aplomo suficiente para autorregularse, ser flexibles y empáticos? Lo primero que se requiere evaluar es que además de poseer una aguda inteligencia cognitiva y afinidad por los retos, deberán tener una genuina vocación y voluntad de ayudar a los demás, de ver por el cuidado de la gente y por la propia vida, ya que paradójicamente con tantos desarrollos tecnológicos e inmediatez en la comunicación, el nivel de soledad va en aumento, debido al hecho de que hay una tendencia hacia lo virtual por encima de lo real.

Como consecuencia se dan relaciones superficiales, con poca convivencia física entre los grupos de trabajo (muchos de ellos internacionales), así que, los futuros líderes deberán ser observadores agudos del comportamiento humano para lograr conectar y vincular a los miembros de su equipo a través de nuevas culturas organizacionales que rescaten la parte inherente a todo ser humano, como el sentirse aceptados y apreciados con una misión trascedente que los haga levantarse cada día a dar lo mejor de sí, es decir, inspirarlos.

A partir de esta última afirmación, podemos concluir que los grandes líderes del futuro no serán determinados solo por la jerarquía dentro de su empresa, producto de una promoción o una nueva contratación, sino por el involucramiento y la pasión con la que trabajan con las personas (quienes realmente dan vida a cada organización) acrecentados por un trato humano, justo y honesto hacia todos los niveles de la compañía, ya que entienden que cada uno de los miembros de sus equipos son eslabones indispensables y valiosos para el buen funcionamiento de sus empresas. Como respuesta, y de forma recíproca, lograrán que la misma organización los siga y les crea, pero, sobre todo, que confíe en ellos.

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El líder de hoy atrae al mejor talento y genera alianzas

Recordemos que la confianza es binaria, se tiene o no (no hay medias tintas), y saberla transmitir es una capacidad fundamental de los líderes, pues hace posibles las trasformaciones de las organizaciones, ya que fomenta el alto desempeño y el compromiso de los colaboradores.

Líderes con una elevada consistencia y calidad humana atraen e inspiran a sus equipos, generan la visión de un futuro posible y que todos adoptan, y se mueven a dimensiones inimaginables y estoy convencido de que no dejarán de sorprendernos.

Por todo ello, los líderes del futuro, si bien requerirán de aprender conocimientos técnicos y especializados -de tecnologías que no imaginamos-, la necesidad de proximidad, amor, afecto, sentido de pertenencia y vida no dejará de estar presente, porque es parte de la esencia humana el darle un significado a lo que somos y hacemos.

Así que serán estos líderes, a través de un trabajo personal desde el interior honesto y permanente, quienes buscarán dar lo mejor de sí en cada acción o decisión que tomen, con un autoconocimiento profundo de sí mismos para derrumbar los falsos egos, permitiendo la empatía, el trato cálido y la humildad, lo que sumado a la armonía presente en la organización, el conocimiento profundo de los miembros de sus equipos, así como el interés por ellos, los impulsará a ser profesionales exitosos y mejores personas.

Nota del editor: Rafael García dirige la unidad de negocio de Headhunting de Kelly México. Cuenta con más de 20 años de experiencia en la generación de procesos de atracción de talento y diseño de estrategias de Headhunting para diversos sectores productivos a nivel nacional e internacional. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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