(Expansión) - A lo largo de la historia, la especie humana ha atravesado por diferentes situaciones y momentos que implican una renovación radical de su pensamiento y actuar para mantenerse con vida y al mismo tiempo evolucionar para afrontar un mejor futuro.
Ante estos momentos es muy típico que escuchemos la expresión “Renovarse o morir”, la cual tiene su origen en una frase atribuida a Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español del siglo XIX, "el progreso consiste en renovarse".
Si hay algo saludable en la vida es el cambio y cuando es radical es aún mejor, porque nos pone en una situación definitoria que nos impulsa a sobrevivir o perecer. Esto lo podemos ver en muchos aspectos de nuestra vida, desde la política, la vida social y hasta en las cosas que pudieran parecer mas triviales en nuestro día a día.
Sin embargo, pocas personas le toman el valor que esto genera en su propio crecimiento y evolución personal y por ende social, ya que como sabemos, lo único constante en esta vida es el cambio y quienes no se adapten a ello están destinados a desaparecer.
Esta es la realidad actual de la industria de la subcontratación en México, de la cual soy parte desde hace más de 26 años. Estamos en el momento de la verdad para los actores que participamos en este sector, ya que, con la actual reforma, la cual se implementará en el mes de agosto de este año, nos hemos visto en la necesidad de ponernos al filo del precipicio en el que solo aquellas empresas que dejen atrás la añoranza por lo que un día fue, serán las que den un salto hacia la nueva realidad.
Y es que, sin lugar a duda, era necesario un cambio de rumbo por las prácticas nocivas hacia empleados y el fisco, que ciertas empresas venían ejerciendo, usando como escudo la industria de la subcontratación y a la cual dañaron de forma importante.
Aunque los cambios que se están implementando no son los que la mayoría de empresas que nos dedicamos a esto esperábamos, ya que para muchos esta reforma se queda corta en el tema de la validación de los actores clave que ofrecerán servicios especializados y al mismo tiempo deja fuera un esquema que permite apoyo y flexibilidad formal, como lo es el trabajo temporal.
Somos conscientes de que los cambios nunca son como los esperamos, por ello lo importante es poner manos a la obra y adaptarnos lo mejor posible a ellos para generar oportunidades en donde algunos ven obstáculos.
Ahora es momento de revolucionar el mercado y ofrecer servicios especializados que vengan a darle un nuevo dinamismo al sector y que genere nuevos beneficios tanto a empresas contratantes como a los trabajadores. Con esta reforma estoy convencido que estamos dando un gran paso hacia el futuro y con ello poniéndonos cada vez más cerca de países de primer mundo en los cuales este tipo de servicios han sido implementados desde hace tiempo.
Sin querer, porque no fue el principal motivo de esta reforma, este cambio impulsará al país y a la industria de los recursos humanos hacia prácticas que generen un mayor valor, poniéndonos a la par de países como España, Japón e Italia; entre otros.
Como sabemos, todo cambio trae consigo momentos dolorosos y desafiantes; sin embargo, es en este punto cuando podemos sacar lo mejor de nosotros para innovar y encontrar nuevas oportunidades.
Es momento de quemar nuestras naves e ir de frente y sin mirar atrás por ese horizonte prometedor que nos beneficie a todos. Es momento de pensar en el todo y no solo en lo que le conviene a alguno de los actores.
Si la pandemia nos ha dejado alguna lección es que la unidad, el apoyo y la búsqueda del beneficio colectivo es lo que contiene la fuerza necesaria para salir de cualquier situación negativa. Así que, el momento ha llegado, es hora de renovarnos o de lo contrario ser conscientes de que pronto dejaremos de ser relevantes para el mercado.
Nota del editor: Francisco Martínez Domene es ejecutivo con más de 25 años de experiencia en la industria del staffing. Es CEO The Adecco Group México y ha sido designado Secretario General de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) para el bienio 2021 – 2022. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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