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Cómo preparar equipos resilientes a las crisis

Dentro de los equipos de trabajo es fundamental establecer relaciones de confianza para tener un desempeño óptimo, sugiere Ricardo Triana.
mié 07 julio 2021 12:04 AM

(Expansión) - El pasado y el futuro sólo existen a través del lenguaje, porque por más que escribamos o hablemos de ellos no podemos cambiar lo que fue y no podemos predecir lo que será.

Esto se vuelve muy relevante al momento de querer entender una crisis tan impactante como la que estamos viviendo. Al ser una realidad sin precedente palpable para las personas, genera una nostalgia por lo que solía ser y una incertidumbre sobre el qué vendrá, evitando que asimilemos la realidad que vivimos y que pongamos los medios o herramientas necesarias para poder superar la situación actual y futura.

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Y es que a nivel organizacional se vuelve aún más complejo, ya que las personas no solo tienen que afrontar la incertidumbre o desestabilización en el trabajo, sino que traen consigo cualquier carga emocional con la familia, pareja o amigos. Por ello, las organizaciones deben ser estratégicas al momento de influir en su personal para lograr optimizar recursos profesionales y asegurar una buena ejecución de estos, procurando el bienestar de sus empleados.

En los últimos 20 años de mi experiencia aplicando conceptos de liderazgo, he comprobado la importancia de poner en práctica cuatro aspectos para impulsar a los demás a sobrellevar las crisis en un equipo de trabajo:
1) aceptar la realidad,
2) vivir en el presente,
3) conocerte a ti mismo y
4) la importancia de los grupos de apoyo.

Primero, hay que aceptar las cosas como son. Pongamos por ejemplo lo que está sucediendo actualmente. Podemos discutir las causas del virus, si la economía es prioridad, la necesidad de cuarentenas a nivel global u otra cantidad de argumentos. Lo que no podemos negar es que hoy, muchas empresas cerraron, hay millones de fallecidos y la economía aún no se recupera. Así que, si no hacemos el proceso de aceptar la realidad, entonces se aplicaría totalmente el dicho de “si no eres feliz con lo que tienes, no vas a ser feliz con lo que te hace falta” porque vaya que falta.

Como segundo punto está el vivir el presente y éste se vive a través de acciones. Para vivir necesito actuar, tomar en mis manos la rienda de la situación y hacer lo necesario para pavimentar la ruta hacia ese futuro anhelado. Debo aprender a disfrutar el camino, y a vivir intensamente lo que tengo hoy.

Esto me lleva al tercer aspecto. Debo entender quién soy, tener consciencia de mí mismo, conocer mis fortalezas y debilidades en todos los niveles y saber qué quiero lograr o a dónde quiero ir. Si me conozco, puedo transmitir con claridad hasta dónde puedo llegar, qué puedo aportar y en qué áreas necesito ayuda.

En mi columna anterior mencionaba la importancia de hacer un análisis de habilidades en tres diferentes aspectos: competencias técnicas, competencias estratégicas y competencias interpersonales. Saber qué habilidades y conocimientos debo desarrollar para tener más profundidad en lo que hago (upskilling) y cuáles debo modificar para impactar en otras áreas o industrias (reskilling).

Una vez que conozco esto, puedo ponerlo en acción a través de: cursos, interacción con otros para compartir experiencias, mentoría o coaching o incluso aprender empíricamente al pedir más responsabilidades con el objetivo de mejorar diferentes aspectos

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Dentro de los equipos de trabajo es fundamental establecer relaciones de confianza para tener un desempeño óptimo. Si cada miembro se siente cómodo mostrándose vulnerable ante los otros, va a ser más sencillo pedir y encontrar ayuda para entender lo que aporta cada uno y cómo puede sumar al trabajo en equipo.

Finalmente, la importancia de contar con grupos de apoyo. Éstos pueden ser amigos, familiares, nuestro equipo de trabajo y otros profesionales del área. Contar con ellos, nos permite recurrir a alguien cuando sabemos que no tenemos todas las respuestas. A medida que establezco confianza con la gente alrededor mío, puedo examinar de forma objetiva distintos puntos de vista, tener un conocimiento más amplio y quedarme con la información que es relevante para tomar una decisión.

A mí, en particular, me ha servido mucho el contar con un grupo de amigos próximos donde nos tenemos absoluta confianza para podernos apoyar cuando tenemos situaciones difíciles en el ámbito personal. A nivel profesional, he sacado mucho provecho de pertenecer a una asociación profesional como PMI (Project Management Institute) pues son profesionales con los que puedo compartir y a la vez complementarnos en conocimiento y habilidades.

Mi recomendación es que pongas en práctica esas cuatro premisas. Poner las palabras en acciones para transformar la realidad y construir sobre lo que tenemos y recordar que no estás solo. Las crisis nos hacen reconocer que somos parte de algo más grande y que todos tenemos objetivos similares.

Nota del editor: Ricardo Triana es Managing Director de PMI en América Latina. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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