La llegada de este grupo político de carácter fundamentalista sunní levanta muchas preguntas en diversos frentes: implicaciones geopolíticas en la región, avance y fortaleza de grupos terroristas, y los derechos de mujeres y niñas en este nuevo régimen, entre otros.
Específicamente en el caso de las mujeres y niñas en ese país, los retrocesos no se han hecho esperar. En Kabul, los escaparates con fotografías de mujeres son borrados o eliminados. Las mujeres se apresuran a borrar cualquier historia de vida que pudiera ser contraria al nuevo régimen, incluidos sus estudios y certificaciones. Las pocas mujeres en el gobierno, como la ministra de Educación Rangina Hamidi, así como muchas periodistas, han expresado temor por sus vidas.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, escribió en Twitter el lunes: "Una tragedia se desarrolla frente a nuestros ojos". Y es que la situación de las mujeres y niñas durante el régimen Talibán a finales del siglo XX hace presuponer que las mismas precariedades y violaciones de derechos humanos se podrían observar de nuevo.
Durante el régimen Talibán, a finales de los años 90, las mujeres y niñas vivían en una situación deplorable, sin derechos y sin posibilidades de una mejor vida. Las mujeres y niñas que deseaban una educación tenían que hacerlo en escuelas clandestinas, donde ellas y sus maestras corrían el riesgo de ser ejecutadas.
No podían salir de sus casas sin un acompañante masculino, y muchas de ellas fueron flageladas públicamente por supuestas violaciones a la ley Islámica, incluso muchas fueron ejecutadas. Datos de Amnistía Internacional señalaban que los matrimonios infantiles y forzados eran comunes.
Con la caída del régimen Talibán se presentaron algunas mejoras. Incluso, muchas mujeres jóvenes el día de hoy desconocen por experiencia propia las limitaciones impuestas por ese régimen. A pesar de importantes barreras que aún existen, han habido mejoras notables en el empoderamiento de las mujeres y niñas en diversas áreas.
Dentro de los logros es posible destacar la promulgación de una constitución nacional que garantiza la igualdad de derechos, así como la adopción del Plan Nacional de Promoción de la Mujer de Afganistán 2008-2018.
Si bien décadas de conflictos en ese país resultaron en una alfabetización limitada, especialmente entre mujeres y niñas, en las elecciones parlamentarias de 2010, 400 mujeres participaron como candidatas, y muchas otras fueron, por primera vez, observadoras electorales en las 34 provincias de Afganistán. Hasta antes de la entrada de los talibanes el pasado domingo, el 27.7% de los escaños en el Parlamento estaban ocupados por mujeres.