Junto con el tan cuestionado y debatido reciente regreso a clases que ha sido agobiante y estresante para los padres de familia en muchos sentidos, se tiene el regreso a las oficinas -considerando que la pandemia lo siga permitiendo- junto con el esquema híbrido de trabajo.
En los últimos meses, más que en los últimos años, los integrantes del equipo de Recursos Humanos en coordinación con las otras áreas de la organización han dedicado un gran esfuerzo en la creación de políticas, procedimientos y lineamientos para asegurar la salud física de sus colaboradores, pero, sobre todo, para su fortalecer la estabilidad mental y emocional. Y si algo nos ha enseñado la pandemia ha sido la fragilidad en estos últimos aspectos.
Sumado a esto, se tiene que la más reciente medición de la pobreza en México del Coneval detalla que entre el primer y segundo del trimestre de este año la pobreza laboral del país disminuyó 0.9 puntos porcentuales y que, aunque con una muy ligera mejoría, este factor hace más imperante que las organizaciones monitoreen y se ocupen del bienestar de sus colaboradores.
Una buena noticia sobre el regreso a clases es que probablemente esa circunstancia permita que muchas mujeres regresen al mercado laboral en alguna medida.
La todavía real y vigente incertidumbre social y económica crea dudas en las decisiones que los empleados, ya sea trabajando desde casa o en la oficina, podrían tomar ya que no están seguros si éstas son las correctas o no para la situación de su empresa, así como tomarlas bajo presión, la falta de asertividad y no juzgar con objetividad las acciones propias, a confundir lo correcto de lo incorrecto, entre otras, son afectaciones en las conductas que siguen representando para las organizaciones una mayor exposición en temas de ciberseguridad, robo y fraudes.
Por esto, los líderes de las organizaciones y los encargados del capital humano siguen teniendo la responsabilidad de mantener la continuidad del negocio, tomando decisiones fuertes, innovadoras y haciendo nuevas priorizaciones, siendo una de las principales, el monitorear el bienestar del recurso humano.