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La timidez monetaria agravó la inflación

Un error de percepción en la naturaleza de la inflación condujo a las autoridades a una timidez monetaria que desembocó en deterioro de la formación de precios, apunta Alfredo Coutiño.
sáb 08 enero 2022 12:00 AM
Inflación canasta basica México
El ajuste de precios se hizo más generalizado por parte de los formadores de precios ante la tímida y poco creíble reacción de las autoridades monetarias, señala Alfredo Coutiño.

(Expansión) - La inflación terminó el año con la tasa anual más alta de las últimas dos décadas, en parte como resultado de los altos precios externos, pero mayormente por la prolongación de la liquidez monetaria en un ambiente de limitada capacidad productiva nacional.

Un error de percepción en la naturaleza de la inflación condujo a las autoridades a una timidez monetaria que desembocó en deterioro de la formación de precios.

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La inflación terminó en diciembre con una tasa anual de 7.36%, la mayor tasa de los últimos 20 años y 11 meses y solo superada por la inflación de 8.11% reportada en enero de 2001. Mientras que la inflación subyacente terminó en 5.94%, la mayor tasa desde hace 20 años y 2 meses.

Desde el inicio del año, la inflación fue afectada por algunos factores externos como los altos precios de algunas materias primas e interrupciones en las cadenas de suministro global. Sin embargo, los precios internos también se vieron afectados por la prolongación de una política monetaria expansiva y su tímida reacción ante la evidencia inflacionaria.

Además de las interrupciones en algunas actividades internas que causaron escasez temporal de productos, la realineación de precios interna se aceleró ante la insuficiente producción nacional para responder a una demanda estimulada por exceso de liquidez monetaria y bajas tasas de interés.

Sin embargo, el ajuste de precios se hizo más generalizado por parte de los formadores de precios ante la tímida y poco creíble reacción de las autoridades monetarias.

La gradualidad monetaria adoptada por el banco central fue resultado del error de percepción que se tuvo con respecto a la naturaleza transitoria de la inflación. Esto también ocasionó un deterioro de la credibilidad en las medidas monetarias, lo cual derivó en el hecho de que los formadores de precios continuaran ajustando sus precios ante la insuficiencia de las acciones monetarias.

Al mismo tiempo, las expectativas del mercado y de los pronosticadores privados también apostaban por mayores tasas de inflación, una clara señal de la falta de confianza en las estimaciones oficiales.

Ciertamente, la economía enfrentó un desbalance de oferta generado por las interrupciones en algunas líneas de producción interna, combinado con restricciones en algunas importaciones. Sin embargo, el exceso de demanda interna se prolongó como resultado del exceso de liquidez monetaria generado por la prolongación de la política monetaria expansiva.

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De hecho, el banco central no solo volvió a recortar la tasa de interés en febrero cuando la inflación ya iba al alza desde enero, sino incluso buscaba ventanas de oportunidad para volver a recortarla en abril, cuando ya la inflación alcanzaba el doble del objetivo de 3%. Claramente había un error de política monetaria.

Al final, la realidad inflacionaria galopante obligó al banco central a aumentar la magnitud del alza de la tasa de interés en diciembre, pero las condiciones monetarias aún están en terreno neutral, puesto que la tasa de interés ni estimula ni restringe la actividad económica.

Para eliminar el exceso de demanda y consecuentemente detener el galope inflacionario, la tasa de interés debe llegar a 6% desde inicios del presente año y avanzar hacia 7% para mediados del año. De lo contrario, la inflación permanecerá muy por encima del límite superior de 4% por un tiempo más prolongado, agravando con ello el deterioro de las expectativas.

Nota del editor: Alfredo Coutiño es Director para América Latina en Moody’s Analytics. Síguelo en Twitter . Las ideas expresadas son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deben ser atribuidas a la institución para la cual trabaja.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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