Estamos ante un enorme desafío y, en mi opinión, todavía no alcanzamos a entender sus dimensiones. Veamos algunos aspectos: en la actualidad no solo son las grandes empresas desarrolladoras de software las que están requiriendo ese talento tech, el efecto de la pandemia en la aceleración de la digitalización y el comercio electrónico ha hecho que la mayor demanda provenga de empresas pequeñas, medianas y grandes de casi todas las industrias las cuales buscan impulsar sus negocios a través de la incorporación de ese talento especializado. En otras palabras, el abanico de posibilidades se abrió mucho más.
En promedio, a una empresa le toma de dos a tres meses contratar a un programador; la demanda está en auge, pero las universidades de nuestro país están generando el mismo número de egresados. El panorama se está tornando complejo para empleadores y empleados. La tecnología se mueve muy rápido, no obstante, las políticas públicas en materia de educación no están a la par de esa vanguardia.
Sin duda, el trabajo remoto es una de las cartas más fuertes del sector tech. Muchas startups e incluso empresas multinacionales se han mudado a pequeñas oficinas a las que se asiste solo para salir de casa de vez en cuando e incluso han optado por abrir “sucursales” en puntos importantes de la República Mexicana como una especie de estrategia para ir por el mejor talento a lugares donde la competencia no es tan feroz.
La idea es asegurar un lugar en ciudades clave donde hay disponibilidad de talento a precios más competitivos. A los grandes polos de atracción de talento TI (CDMX, Guadalajara y Monterrey) se están sumando ciudades como Mérida, Querétaro y Aguascalientes. De nuevo, “las mejores oportunidades” se están descentralizando.
Ahora bien, al estar acostumbradas a medir el performance de los equipos a través de las metodologías ágiles, muchas de estas empresas (nacionales e internacionales) se están abriendo cada vez más al trabajo remoto permanente y eso está perfilando otra directriz de gran relevancia: las trasnacionales cada vez más están contratando talento fuera de sus fronteras y de manera directa.
Apenas el 10 de enero, Patrick Collison, CEO de Stripe, –fintech de origen irlandés que llegó a superar a SpaceX como la startup más valiosa– tuiteó que la velocidad a la que la industria tecnológica se está globalizando está siendo subestimada hoy, aunque marcará un hito en la próxima década.
En México ya lo estamos viendo y mucho tiene que ver con la ventaja que nos da la cercanía con Estados Unidos. Los gigantes tecnológicos y empresas de todos los tamaños cada vez más están reclutando talento tech mexicano (y de toda Latinoamérica) sin intermediarios y como contrataciones 100% directas.