Luego de un año de pandemia, aunque cuando la mayoría de las empresas importantes en México realizó campañas desinteresadas en apoyo a la sociedad, adaptándolas a la situación, algunas hicieron el tipo de campañas en las que el apoyo que daban en medio de la situación fue capitalizado para promocionar a la marca o la empresa como “socialmente responsable”. Me parece que hubiera sido mejor destinar los presupuestos al apoyo directo de los necesitados, en lugar de dedicarlos a la promoción de marca.
Lamentablemente en México no existe una cultura de respeto a prácticamente nada y mucho menos cuando se trata de algo que, o no nos afecte, o nos favorezca. Por ejemplo, no es raro encontrar en las esquinas autos estacionados bloqueando las de por sí defectuosas rampas para sillas de ruedas o estacionados sobre las banquetas obstruyendo la posibilidad de paso a cualquiera.
Hace algún tiempo encontré en Facebook un video en el que una persona en silla de ruedas entregaba un mensaje a los automovilistas que llegaban a estacionarse en sitios reservados para personas con discapacidad, luego de lo cual de inmediato movían su vehículo. El mensaje era muy simple: “¿Realmente te gustaría estar en mi lugar?”.
Supuse que finalmente alguna empresa de las que obtienen distintivos de responsabilidad social o una agencia de RP, había iniciado una campaña nacional en un intento por generar conciencia (y cultura) sobre el respeto y preferencia a las personas que, por su discapacidad, han generado habilidades diferentes. Sin embargo, el video correspondía a un centro comercial y sólo era un experimento, no sé si de algún medio de comunicación o de alguna otra institución.
Verificando sobre una campaña nacional al respecto, me encontré que en distintas ciudades y en distintos momentos sólo se han dado esfuerzos aislados y esporádicos, algunas veces por parte de organizaciones de la sociedad civil o en ocasiones por las autoridades municipales, independientemente de muchos movimientos sociales para recaudación de fondos. Pero no encontré una campaña de responsabilidad social nacional que, inserta en una estrategia, esté haciendo algo al respecto.
Una campaña multimedia cuidadosamente diseñada puede, al tiempo que posicionar un nombre o una marca, contribuir a una causa social de beneficio para muchas audiencias. La oficina de Dubái de una agencia de publicidad realizó una campaña social para un centro de ayuda a niños con capacidades diferentes, para sensibilizar a la población sobre el potencial que tienen estos pequeños y la necesidad de ser apoyados para desarrollar sus habilidades.
Utilizando la conocida señal de una persona en silla de ruedas, la agencia aprovechó las señales viales en avenidas, estacionamientos y transporte público para mostrar una idea diferente sobre la gente con necesidades especiales. Se colocaron calcomanías representando diferentes profesiones u oficios, para mostrar que las personas discapacitadas también son capaces de desarrollar su talento, siempre que reciban la capacitación y educación adecuadas. Durante la campaña se utilizó el slogan “Vemos potencial, no discapacidad”.