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Expectativas para el sector de infraestructura en 2022

Existen al menos 10 proyectos viales que formarán parte de la infraestructura de conectividad hacia la nueva terminal aérea, señala Roberto Ballinez.
mar 15 febrero 2022 11:59 PM
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El aeropuerto Felipe Ángeles deberá iniciar operaciones a mediados de marzo y por lo mismo será el catalizador de varias obras de infraestructura que deberán iniciarse y concluirse este mismo año, apunta Roberto Ballinez.

(Expansión) - A principios de febrero, la Secretaría de Economía (SE) presentó la continuación de su Plan de Reactivación Económica en donde refrendó sus cuatro pilares: recuperación del mercado interno y empleo; fomento a la inversión; impulso al comercio internacional y promoción de la competitividad.

Entendiendo que este plan no solo pretende mejorar las expectativas del público acerca del crecimiento del país, sino que efectivamente busca mantener el ritmo de nuestra reactivación económica, su presentación pareciera ser la antesala al anuncio del paquete de proyectos de infraestructura público-privado que el gobierno federal hará próximamente.

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Sin lugar a duda, estos anuncios también están conectados al Presupuesto de Egresos de la Federación y a los recursos asignados a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Por tal motivo, a continuación presento un breve diagnóstico sobre las obras de infraestructura que se realizarían durante 2022.

Por cómo se distribuirá el presupuesto de la SICT, la zona del país que recibirá la mayor cantidad recursos será la zona Centro, debido al proyecto del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Según los compromisos, el proyecto deberá iniciar operaciones a mediados de marzo y por lo mismo será el catalizador de varias obras de infraestructura que deberán iniciarse y concluirse este mismo año.

Existen al menos 10 proyectos viales que formarán parte de la infraestructura de conectividad hacia la nueva terminal aérea y que se ubican en el Estado de México (Edomex) y la Ciudad de México.

Entre estos proyectos están: la autopista Atizapán-Atlacomulco, la conexión al Circuito Exterior Mexiquense, la autopista Tultepec, el proyecto conocido como Conexión Oriente, la vialidad libre de peaje en Tonanitla, la rehabilitación de 2.65 kilómetros del camino a San Jerónimo, el viaducto elevado La Raza-Santa Clara, el eje metropolitano Siervo de la Nación, la ampliación del Tren Suburbano Buenavista-Cuautitlán y, finalmente, la extensión de las líneas I y IV del Mexibús del Edomex.

Cabe mencionar que una buena parte de estos proyectos contará con una importante participación privada, con el fin de garantizar su conclusión en tiempo y forma.

Sin embargo, a pocos días de su inauguración, aún hay algunos temas por resolver. El nuevo aeropuerto está técnicamente concluido, la torre de control, así como el edificio que recibirá los autobuses que trasladarían a las personas del aeropuerto de la Ciudad de México y Toluca a Santa Lucía. No obstante, muchas de las obras tienen avances desiguales e incluso hay algunas que aún no cuentan con un proceso licitatorio público ni con un calendario de obra.

Por otra parte, si bien a nivel federal ya existe un presupuesto definido, el retraso en la aprobación de la iniciativa presupuestal del Edomex y la liberación de algunos derechos de vía han ralentizado los avances de obra en ciertos proyectos.

Ahora bien, retomando el plan de la SE y según lo dicho en su presentación, la estrategia de reactivación considera, entre otros objetivos, fomentar la relocalización de fábricas en el Sur del país, invertir en los proyectos de infraestructura del Plan Oaxaca y fortalecer las cadenas de suministro locales para “sectores estratégicos”. Entre todo esto claramente sobresale el enfoque hacia la zona Sur-Sureste del país.

En mi opinión, este enfoque ha tenido un impacto en el desempeño observado de la infraestructura carretera del Sur-Sureste. De hecho, el tráfico y los ingresos han aumentado desde finales de 2021. Este hecho sin duda me lleva a pensar que la reactivación económica en esta zona, en particular, va en la dirección correcta.

Las carreteras del Sur-Sureste han registrado la recuperación más acelerada. Los registros acumulados para los primeros nueve meses de 202, contra el mismo periodo de 2019, muestran que el tráfico y el ingreso ya están arriba de sus niveles pre-pandémicos (1.1% en términos de tráfico y 8.5% en ingresos).

Este impulso proviene de la entrada en operación de nuevas vías de comunicación (Nuevo Puente la Unidad en Campeche), por nuevos proyectos de infraestructura federal y estatal en Chiapas (autopista Tuxtla–San Cristóbal de las Casas), Oaxaca (autopista Barranca Larga-Ventanilla y Mitla-Tehuantepec), Quintana Roo (Tren Maya) y Tabasco (Refinería de Dos Bocas).

En el resto del país la situación es diferente; es decir, no hemos observado el mismo dinamismo ni la misma velocidad de recuperación. En la zona Norte, la recuperación responde particularmente al tráfico de vehículos de carga, cuyo destino es la frontera con los Estados Unidos. Más aún, esperaría que este comportamiento se mantenga en los próximos años con el plan de infraestructura multianual aprobado por el Senado de nuestro vecino del norte.

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Por otra parte, el desempeño de la zona Centro aún está por debajo de sus niveles pre-pandémicos. Ciertamente, su dinamismo está atado a las actividades de servicios, educativas y, en menor medida, a actividades manufactureras. La adopción del trabajo a distancia, el retraso en el regreso a clases presenciales y los paros en la industria automotriz por las fallas en las cadenas de suministro pueden explicar este comportamiento.

Con este breve diagnóstico queda claro que la estrategia federal para el sector de infraestructura en 2022 considera primordialmente el proyecto del AIFA y el impulso a la zona Sur-Sureste del país, incluyendo por supuesto la continuación en los trabajos de modernización de la red de caminos rurales. En este sentido, la estrategia planteada al inicio de la presente administración federal sigue en pie y en curso.

Solo resta esperar la lista de los nuevos proyectos de infraestructura que, tentativamente, se dará a conocer en marzo. Dado que falta poco menos de tres años para el término de esta administración, esperaría que esta lista incluya proyectos que reaviven el ánimo, la inversión en el sector y, sobre todo, apuntalen nuestro crecimiento económico en el largo plazo.

Nota del editor: Roberto Ballinez es Director Ejecutivo Senior de Finanzas Públicas e Infraestructura de la calificadora HR Ratings. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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