Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

México y las presiones sobre el suministro global de fertilizantes

La ofensiva militar de Putin en Ucrania ha encendido las alarmas en cuanto al suministro de fertilizantes desde Rusia, señala Adrián Duhalt.
sáb 05 marzo 2022 12:25 AM

(Expansión) - En México y el mundo, los agricultores se están topando con un mercado global de fertilizantes vapuleado por cadenas de suministro que continúan sufriendo los estragos de la pandemia, precios de nutrientes bajo presiones alcistas, costos de transporte onerosos, y un conflicto bélico que amenaza con complicar el panorama aún más.

La ofensiva militar de Putin en Ucrania ha encendido las alarmas en cuanto al suministro de fertilizantes desde Rusia. La relevancia de este país no debe ser subestimada - se trata del exportador de nutrientes más grande del mundo y también el proveedor número uno de México (2020). De las 4.45 millones de toneladas (MMt) de fertilizantes que se importaron entre enero y noviembre del 2021, datos de la Secretaría de Economía indican que 26.7% proviene de Rusia.

Publicidad

China y Bielorrusia son también nubes en el horizonte. El gigante asiático es origen del 16% de nuestras importaciones y un jugador de peso ya que es el segundo exportador más importante del mundo. Bielorrusia es el sexto proveedor mundial de fertilizantes y el alinearse con Rusia podría limitar su acceso a mercados internacionales.

El hecho de que los vínculos del campo mexicano sean más fuertes con Moscú (y Beijing en menor grado) que con ningún otro socio comercial, debería ser motivo de preocupación para el gobierno de México ante el embrollo en el cual se encuentra inmersa la economía global.

Explico.

Desafortunadamente, el conflicto bélico ha escalado conforme pasan los días, y como respuesta la comunidad internacional ha impuesto fuertes sanciones encaminadas a disminuir de manera significativa las capacidades económicas de Rusia. Esto era de esperarse. Lo trascendente es que, quizá como nunca antes, las empresas – en su mayoría de Occidente – están también participando activamente en los esfuerzos de sancionar a Rusia y aislarle de la economía global. Y lo están logrando.

Un caso notable es el de las navieras más grandes del mundo.

La suiza MSC, la danesa Maersk y la francesa CMA GSM, anunciaron el pasado 1 de marzo que han decidido suspender temporalmente el transporte de contenedores hacia y desde Rusia. La medida, que excluye productos alimenticios, suministros médicos y humanitarios, afecta a todos los puertos del país y pretende limitar el acceso a bienes de importación necesarios para la maquinaria productiva de Rusia en tiempos de guerra. Por ahora esta es la prioridad, no obstante, también se anticipa que las exportaciones se vean perjudicadas.

Además, hay que volver la vista atrás y recordar que hace meses Rusia decidió restringir las exportaciones con el objeto de contener el alza de precios que el sector venía experimentando desde inicios del 2021, de modo que la decisión de las navieras aunada a las demás sanciones económicas podría complicar aún más el envío de fertilizantes rusos al exterior. La posibilidad de que ello ocurra es más que latente.

Y como mencionaba, China también puede ensombrecer el panorama mundial. Desde octubre del año pasado, el gigante asiático introdujo una serie de regulaciones para, al igual que Rusia, desalentar la exportación de fertilizantes y así combatir el alza en los precios locales.

Publicidad

Pero no solo hay señales de alerta del lado de la oferta. Es necesario también poner atención a la demanda, donde países como Brasil y la India – mercados de importación más grandes del mundo, en ese orden – están realmente preocupados ante las complejas condiciones de suministro que hoy prevalecen. De hecho, ambos están más expuestos que México.

El caso de Brasil es notable por más de una razón. Días antes de que Rusia iniciara las hostilidades en Ucrania, el presidente Bolsonaro viajó a Rusia para reunirse con Putin para hablar precisamente de fertilizantes. Para el gigante sudamericano hay mucho en juego. Cualquier disrupción en el suministro de nutrientes rusos no solo sería un golpe para el enorme sector agrícola, también dañaría a Bolsonaro en las próximas elecciones.

A grandes rasgos, lo anterior describe el escenario con el cual tendrá que lidiar el gobierno de México. ¿Tendrán los agricultores mexicanos acceso a un volumen suficiente de nutrientes en los próximos meses y a qué precio? A todas luces, el 2022 está siendo un año más complejo para el mercado de los fertilizantes, y a pesar de ello, en la conferencia de prensa del 3 de marzo el presidente López Obrador ha afirmado que el país seguirá comprando fertilizantes a Rusia.

Nota del editor: Adrián Duhalt es investigador posdoctoral en temas de energía en el Instituto Baker de la Universidad de Rice, Houston. Síguelo en Twitter como @AdrianDuhalt y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad