China y Bielorrusia son también nubes en el horizonte. El gigante asiático es origen del 16% de nuestras importaciones y un jugador de peso ya que es el segundo exportador más importante del mundo. Bielorrusia es el sexto proveedor mundial de fertilizantes y el alinearse con Rusia podría limitar su acceso a mercados internacionales.
El hecho de que los vínculos del campo mexicano sean más fuertes con Moscú (y Beijing en menor grado) que con ningún otro socio comercial, debería ser motivo de preocupación para el gobierno de México ante el embrollo en el cual se encuentra inmersa la economía global.
Explico.
Desafortunadamente, el conflicto bélico ha escalado conforme pasan los días, y como respuesta la comunidad internacional ha impuesto fuertes sanciones encaminadas a disminuir de manera significativa las capacidades económicas de Rusia. Esto era de esperarse. Lo trascendente es que, quizá como nunca antes, las empresas – en su mayoría de Occidente – están también participando activamente en los esfuerzos de sancionar a Rusia y aislarle de la economía global. Y lo están logrando.
Un caso notable es el de las navieras más grandes del mundo.
La suiza MSC, la danesa Maersk y la francesa CMA GSM, anunciaron el pasado 1 de marzo que han decidido suspender temporalmente el transporte de contenedores hacia y desde Rusia. La medida, que excluye productos alimenticios, suministros médicos y humanitarios, afecta a todos los puertos del país y pretende limitar el acceso a bienes de importación necesarios para la maquinaria productiva de Rusia en tiempos de guerra. Por ahora esta es la prioridad, no obstante, también se anticipa que las exportaciones se vean perjudicadas.
Además, hay que volver la vista atrás y recordar que hace meses Rusia decidió restringir las exportaciones con el objeto de contener el alza de precios que el sector venía experimentando desde inicios del 2021, de modo que la decisión de las navieras aunada a las demás sanciones económicas podría complicar aún más el envío de fertilizantes rusos al exterior. La posibilidad de que ello ocurra es más que latente.
Y como mencionaba, China también puede ensombrecer el panorama mundial. Desde octubre del año pasado, el gigante asiático introdujo una serie de regulaciones para, al igual que Rusia, desalentar la exportación de fertilizantes y así combatir el alza en los precios locales.