Su modelo del éxito establece una serie de conductas, habilidades, hábitos y competencias para la vida que constituyen una personalidad sólida en los individuos, más en ambientes de crisis, retos, alta movilidad y alto desempeño. Este camino al éxito que genera Wooden se vincula con la visión de la educación de: desarrollar la mejor versión de la persona, formación integral, crecimiento pleno, encontrar sentido o la felicidad en la vida.
Por otro lado, es un hecho que el desarrollo acelerado de los conocimientos en las ciencias, las tecnologías y el arte implican también una adaptación a los nuevos ambientes educativos. En particular la enseñanza implica ahora el integrar las nuevas tendencias de formación y educación centrada en el aprendizaje.
Entre los elementos innovadores que ya son parte de la realidad educativa se encuentran: entornos híbridos, en línea con realidad virtual y aumentada… en el metaverso; formación en las ciencias: tecnología, ingeniería, matemáticas; aprendizaje adaptativo y en espiral; cursos cortos en forma de “bootcamps” y micro credencialización de competencias especializadas; descentralización y federalización de conocimiento en la que se tiene acceso a contenido de calidad en cualquier parte del mundo, y expansión de redes 5G y satelitales que permiten comunicación de alta velocidad en más espacios geográficos.
Integrar la visión de una formación que lleve a la construcción de la mejor versión de la persona con las nuevas oportunidades que brinda la realidad educativa permiten acercarse más como nación a una democratización del aprendizaje con equidad e inclusión.
La apertura en aceptar a las y los educandos con sus características individuales de: género sexual, edad, origen étnico, nivel socio económico, inteligencia emocional, capacidades diferentes rompen el viejo paradigma de un estándar de calidad para estudiantes, programas académicos e instituciones.
Los esquemas de evaluar a todos los alumnos con los mismos instrumentos deben de ser solo la base de discriminación en la que los docentes puedan basarse para ayudar a cada uno de ellos en forma individual.
Es aquí donde se dará realmente una táctica de democratización que solo se da en el salón de clase sea física o virtual. Los alumnos, docentes, padres de familia, administradores y sociedad civil tienen una responsabilidad compartida: impulsar al aprendiz, uno a la vez.
El aprendizaje adaptativo y personalizado apoyado en tecnología es un medio privilegiado para impulsar a cada individuo desde su realidad. La tecnología hoy permite conocer los hábitos de estudio del joven, las conductas que llevan a adquirir un conocimiento en menor tiempo, el nivel de competencia que tiene, sus rutinas, tiempo invertido en una práctica, enganchamiento en algún tipo de contenido, estilo de aprendizaje, tipo de personalidad, predicción de aprobación y nivel de persistencia para el logro de los objetivos.
Con toda esta información es ahora un reto para los educadores el poder generar caminos personalizados de crecimiento en el cuál en forma individual y grupal se respeta a cada ciudadano impulsando el mejor desempeño del grupo.
Al cierre de un micro curso, semestre o año escolar el crecimiento académico y personal se deberá medir de acuerdo al perfil de ingreso y egreso. De esta forma se tratará en forma justa, incluyente y democrática a cada uno. De hecho, la aceptación del otro en sus diferencias son las que enriquecen a los grupos, dado que entre más abierto es uno más se enriquece por las fortalezas diferenciadas de cada uno.