Las presiones externas se traducen en presiones internas sobre los equipos directivos de las empresas. Según las circunstancias, los líderes empresariales deben sopesar las consecuencias de eventos externos como lo es una guerra. Entre éstas se tienen las disrupciones comerciales en las cadenas de suministro, el incremento en el costo de insumos, el cierre del comercio a ciertos mercados y el escrutinio público o mediático sobre las operaciones de la empresa en áreas de conflicto.
Las empresas deben tener una visión actualizada de los riesgos para equilibrar las prioridades del mercado a corto y largo plazo, así como lidiar con una fuerza laboral global con diferentes puntos de vista sobre temas como la privacidad de los datos y los derechos humanos.
Toda discusión sobre dichos desafíos debe comenzar desde arriba, por lo que las empresas deben contar con líderes preparados para entender y enfrentar obstáculos políticos y económicos con el objeto de ser competitivos a nivel global.
En un entorno de creciente inestabilidad geopolítica, a continuación se describen tres líneas de acción que permiten a las empresas navegar exitosamente.
1. Involucrar al Consejo de Administración
Los directores ejecutivos deben mantener una estrecha y frecuente comunicación con sus consejos de administración para informar cómo se ve la empresa hoy y cómo se podría ver afectada por el entorno externo.
Los Consejos Directivos deben analizar cómo las empresas deben responder a los riesgos geopolíticos que enfrentan, como parte de un esfuerzo para construir negocios más resilientes.
Durante la pandemia, la gerencia intensificó el nivel de comunicación con los consejos, aumentando el nivel de transparencia y confianza. Ante situaciones de crisis, los directores ejecutivos deben proporcionar información a medida que se desarrolla.
La administración puede usar reuniones formales, videollamadas o correos electrónicos periódicos. Una mayor comunicación reducirá el riesgo de que los consejeros se vean sorprendidos, y permitirá que la junta de gobierno cumpla con sus deberes de supervisión y orientación estratégica.
Contar con un foro regular para examinar y ventilar los puntos de riesgo y las realidades operativas desde múltiples perspectivas no solo mejora la toma de decisiones, sino que contribuye a crear consenso sobre los problemas del día. Dicho consenso puede crear un conjunto de principios rectores que permitan una reacción rápida y decidida cuando se presentan escenarios de crisis.
2. Evitar ver las crisis como eventos aislados
Las empresas deben estar preparadas para enfrentar eventos de crisis múltiples y simultáneas y para abordar los riesgos como problemas entrelazados, no como eventos aislados o episódicos.
En el corto plazo, los consejos de administración deben asegurarse de que la administración considere los riesgos latentes (como puede ser ataques a la seguridad cibernética) y cuente con el personal, la estructura, las políticas y los procesos para manejar múltiples crisis que ocurran durante un período prolongado.
Los riesgos geopolíticos se convierten en catalizadores para que los consejos de administración y los altos ejecutivos reevalúen su enfoque de gestión de crisis. Parte de una gestión exitosa del riesgo consiste en repensar cómo se comunican los mensajes claves.