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El (líder) que calla, otorga

Muchas empresas y sus líderes no terminan por entender que la comunicación juega un rol crítico en el éxito dentro de un mercado cada vez más competido, considera Guido Gaona.
mar 19 julio 2022 06:05 AM
El líder que calla otorga
La manera en que los líderes comunicaban hace tres años no es la misma en la que lo deben hacer hoy porque el mundo cambió, junto con las prioridades de la gente, apunta Guido Gaona.

(Expansión) - ¿Te has preguntado alguna vez cuánto de lo que dices contribuye al éxito o fracaso de tu empresa? Quizá jamás te lo hayas imaginado, pero ya sea que estés al frente de una gran multinacional, o coordines solo a un puñado de colaboradores, lo que comunicas jugará cada vez un papel más importante en la supervivencia de tu organización.

Desde la permanencia de los grandes talentos en la organización, hasta el éxito en ventas y el aumento de ganancias, todo está vinculado a lo que la empresa y sus líderes “dicen” o comunican acerca de ella. Porque lo que decimos de alguien, en este caso de una organización, si se repite con frecuencia y es replicado por distintas personas que gozan de cierta credibilidad, va creando percepciones, y no olvidemos que percepción es realidad.

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Si lo que se escucha de una empresa es que paga mal y explota a sus empleados, difícilmente atraerá buenos candidatos a sus filas. Y si lo que se sabe de otra es que ofrece mejores sueldos y encima complementa con un “salario emocional” importante, seguramente atraerá todos esos talentos que la otra pierde.

Lógica simple, ¿cierto? Sin embargo, muchas empresas y sus líderes no terminan por entender que la comunicación juega un rol crítico en el éxito dentro de un mercado cada vez más competido, y especialmente golpeado tras más de dos años de pandemia, y de forma más reciente, un escenario geopolítico complejo y una economía global incierta. Y, ¿quién es la voz más contundente de la organización? Su líder.

No es astrofísica, pero sí es una ciencia: la ciencia de la comunicación. Es cada vez más claro que el o la líder que calla y no comunica lo que sus “grupos de interés” necesitan escuchar de su boca acerca de la organización, otorga la oportunidad de tomar la delantera a alguien más. De hecho, se la cede en bandeja de plata al competidor que sí lo hace.

La manera en que los líderes comunicaban hace tres años no es la misma en la que lo deben hacer hoy porque el mundo cambió, junto con las prioridades de la gente.

Antes, las empresas decidían la oferta que llevaban al mercado. Hoy al consumidor le interesa adquirir productos y servicios de empresas que comulguen con sus prioridades, y tras dos años de pandemia y movimientos sociales en todo el mundo, las ha reordenado claramente: la salud mental y física, el cuidado del planeta, y el respeto por la libertad de ser y decidir, ocupan los primeros puestos en esta nueva jerarquía.

Dado que el éxito de una organización parte de la cultura y el ambiente de trabajo, los colaboradores también han cambiado e igual necesitan que sus líderes les demuestren el valor de formar parte de su equipo.

Según una encuesta hecha en los Estados Unidos en marzo de 2022, durante el último año un promedio de casi cuatro millones de trabajadores renuncia por mes. En México se empieza a observar un fenómeno similar: de acuerdo con datos de una firma internacional especializada en el mercado laboral, 41% de las empresas en México reciben renuncias inesperadas de sus colaboradores.

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Y, aunque el fenómeno de “La Gran Renuncia”, como se le conoce en los Estados Unidos, tiene múltiples causas y los casos de “renunciantes” que se arrepienten va en aumento, lo cierto es que es un factor que golpea fuerte a las empresas.

Los líderes tienen el poder para detener esta sangría al comunicar de manera efectiva, consistente y oportuna, no solo el futuro que tienen los colaboradores dentro de la organización, sino los valores que comparten. Ni hablar de la importancia de comunicar todo esto a los accionistas e inversionistas, y clientes de la empresa.

El caso de Arne Sorenson, ex CEO de la cadena Marriott, se ha convertido en ejemplo de empatía y liderazgo. En 2020 Sorenson comunicó a sus más de 120,000 empleados en todo el mundo las acciones drásticas que estaba tomando la compañía para sobrevivir la peor crisis que ha vivido el sector hotelero.

Luciendo claramente afectado por la quimioterapia a la que era sometido, Sorenson fue capaz de infundir confianza en el futuro a través un emotivo video que lo mostró como un líder “humano” capaz de ponerse en el lugar de sus colegas.

Los nuevos líderes dentro de las empresas saben que su éxito ya no se mide solo por las ventas y la generación de ganancias, sino que además hay que comunicar con claridad lo que la empresa está haciendo para aportar soluciones a los desafíos cada vez mayores que enfrenta la humanidad.

Saben que no solo hay que actuar bien, sino que hay que comunicarlo bien, y están conscientes que eso depende de ellos.

Nota del editor: Guido Gaona es CEO de BCW México. Cuenta con más de 23 años de experiencia en el campo de la comunicación corporativa. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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