Si lo que se escucha de una empresa es que paga mal y explota a sus empleados, difícilmente atraerá buenos candidatos a sus filas. Y si lo que se sabe de otra es que ofrece mejores sueldos y encima complementa con un “salario emocional” importante, seguramente atraerá todos esos talentos que la otra pierde.
Lógica simple, ¿cierto? Sin embargo, muchas empresas y sus líderes no terminan por entender que la comunicación juega un rol crítico en el éxito dentro de un mercado cada vez más competido, y especialmente golpeado tras más de dos años de pandemia, y de forma más reciente, un escenario geopolítico complejo y una economía global incierta. Y, ¿quién es la voz más contundente de la organización? Su líder.
No es astrofísica, pero sí es una ciencia: la ciencia de la comunicación. Es cada vez más claro que el o la líder que calla y no comunica lo que sus “grupos de interés” necesitan escuchar de su boca acerca de la organización, otorga la oportunidad de tomar la delantera a alguien más. De hecho, se la cede en bandeja de plata al competidor que sí lo hace.
La manera en que los líderes comunicaban hace tres años no es la misma en la que lo deben hacer hoy porque el mundo cambió, junto con las prioridades de la gente.
Antes, las empresas decidían la oferta que llevaban al mercado. Hoy al consumidor le interesa adquirir productos y servicios de empresas que comulguen con sus prioridades, y tras dos años de pandemia y movimientos sociales en todo el mundo, las ha reordenado claramente: la salud mental y física, el cuidado del planeta, y el respeto por la libertad de ser y decidir, ocupan los primeros puestos en esta nueva jerarquía.
Dado que el éxito de una organización parte de la cultura y el ambiente de trabajo, los colaboradores también han cambiado e igual necesitan que sus líderes les demuestren el valor de formar parte de su equipo.
Según una encuesta hecha en los Estados Unidos en marzo de 2022, durante el último año un promedio de casi cuatro millones de trabajadores renuncia por mes. En México se empieza a observar un fenómeno similar: de acuerdo con datos de una firma internacional especializada en el mercado laboral, 41% de las empresas en México reciben renuncias inesperadas de sus colaboradores.