Si estás muy caliente, son tus emociones las que te están moviendo. Y no estoy diciendo de ninguna manera que esto sea algo malo ni bueno, sin calentura no sucederían muchos logros increíbles, aunque también nos ahorraríamos algunas tragedias. Pero lo que te pido es que simplemente te preguntes: ¿estás decidiendo con las vísceras o con la cabeza? y que decidas qué te conviene en este momento.
Entrenamiento mental se refiere a cómo hago para transformar mi estado frente a un reto y desde el momento en que te estás planteando la pregunta, ya estás influyendo en tu condición. Estarás de acuerdo conmigo en que hay personas que deciden sin preguntarse nada y otras que ni siquiera se dieron cuenta que acaban de tomar una decisión trascendental.
Puedes usar preguntas y en general el lenguaje para mover tu mente, es cosa de empezar a estar consciente de cómo hablas contigo mismo.
Si lo que quieres es ser más emocional hazte estás preguntas: ¿qué dice mi cuerpo?, ¿de qué es mi impulso?, ¿mi intuición hacia dónde me quiere llevar?, ¿cuál es la decisión a la que mis sentimientos me están arrastrando?, ¿qué es lo que me motiva o emociona en este desafío?, ¿mi calentura a qué apunta?
Pero si por el contrario lo que quieres es ser más frío ante este reto, mejor pregúntate: ¿cuál será una buena decisión si lo veo desde lejos? Alejarse es la clave para enfriarse y hay muchas formas de alejarse de una situación. Lo puedes ver desde el futuro, imaginando que han pasado 10 años o desde los ojos de alguien más.
También puedes alejarte dándote tiempo, conversando con una persona que sabes que lo verá de forma desapasionada o plasmándolo en un pizarrón, porque al plasmar lo que está pasando en un objeto externo, lo despersonalizas. El alejamiento y acercamiento son mentales.
En el maratón de la vida profesional hay que entrenar constantemente y sin duda una de las prácticas más trascendentes es el entrenamiento mental. Aprender a alejarte y acercarte emocionalmente de un reto es una forma. Pero existen más habilidades mentales que puedes aplicar en diferentes momentos. ¿No es el mismo estado el que nos ayuda a tomar mejores decisiones, que el que nos facilita contagiar a otros de un proyecto o el que nos permite generar una idea fuera de la caja?
Así como un edificio para resistir un temblor requiere una cimentación flexible que sea plástica y se adapte en un movimiento telúrico, un profesional requiere una mente que sepa cuándo callar, cuándo hablar, cuándo presionar, cuándo calentarse o cuándo enfriarse.