Aunque el impacto del aumento del número de renuncias es naturalmente en los índices de desempleo, es aún más inquietante su efecto en el crecimiento exponencial de la tasa de rotación en los países donde se extiende este fenómeno. Asimismo, esta situación ha provocado que, para permanecer en sus puestos de trabajo, millones de personas comiencen a exigir más oportunidades y beneficios que les permitan gozar de mejores condiciones de vida.
Por ello, más allá de que el fenómeno estadounidense bautizado por el investigador Anthony Klotz como “big quit“ o la “Gran Renuncia” haya llegado o no a México, existe un consenso en la necesidad de tomar acciones para contrarrestar los factores que la propiciaron debido a su incidencia en el deterioro de la salud de millones de trabajadores, como el agotamiento laboral señalado por Klotz.
Hoy sabemos gracias a numerosos estudios que cuando la gente se siente acompañada por su empresa tiene menos probabilidades de renunciar. También sabemos que la flexibilidad en el trabajo ha ayudado a muchos colaboradores a compaginar mejor su vida laboral y personal, y a mejorar su calidad de vida.
El cambio de cultura de muchas organizaciones y el reforzamiento de valores en empresas que ya llevaban camino recorrido en ese sentido, han visibilizado un concepto clave en la obtención de los objetivos del negocio: poner en el centro de las decisiones el bienestar de los colaboradores.
Por ello, en la búsqueda por afianzar la retención de talento, disminuir sus tasas de rotación y atraer al mejor talento, las áreas de Recursos Humanos se han reorganizado para escuchar a sus colaboradores y adaptar sus estrategias enfocándose en procurar su bienestar físico, mental y financiero para atender sus nuevas necesidades.
El reciente estudio “Fintech al rescate de los colaboradores: Acceso al salario ya trabajado y retención del talento humano” , realizado por Harvard Business School, da cuenta de ello, al señalar que el salario on-demand, ofrecido por las empresas a sus empleados, mejora la retención de personal hasta en un 20% anual para puestos de bajo rango, lo que sugiere una mejora en una de sus principales demandas, mejorar su bienestar financiero.