Después del preámbulo hablemos de los insiders, esas personas con un puesto estratégico o con permisos y acceso a información que resulta confidencial para cualquier otra; aquí es donde cobra un sentido especial el hacer referencia a delitos relacionados con banca y finanzas pues, muchas de las sábanas de información y bases de datos que contienen cosas como cuentas bancarias, tarjetas -incluyendo números de verificación y fechas de vencimiento-, están en manos de algunas personas internas en los bancos.
Los insiders dentro de los bancos desde hace años se han convertido en un tema que requiere atención, pues el factor humano siempre será el más manipulable e influenciable, con ellos basta llegar al precio y con esto, algunos trabajadores de los bancos se dedican a la venta de información y datos para hacer compras o vaciado de tarjetas a cercanos que viven de estas cosas ilícitas. Basta con pagar una cantidad extra al empleado del banco para tenerlo compartiendo esa información confidencial.
Pensemos un momento, ¿cuál es el proceso de validación para la contratación de una persona en un banco? Son muy ambiguos y muchas veces solo basta cumplir los requisitos mínimos; no nos hemos percatado de la valiosa información que podría caer en una persona malintencionada que se encuentre dentro de los bancos, prácticamente nuestro patrimonio podría estar en sus manos y siendo intercambiado a un tercero que busque una afectación para lucrar.
Los bancos requieren procedimientos más sólidos, eficientes y sobre todo de altos niveles de seguridad para la contratación de personas, pues es sabido que en varias instituciones los mismos empleados son los que han defraudado a clientes, particularmente a personas de la tercera edad.
Casos sonados donde las personas de la tercera edad por brecha digital no están familiarizadas con el uso de banca en línea resultan en un aprovechamiento de las funciones por parte del trabajador del banco y aquí es donde comienza el vaciado o compras sin que se percaten los titulares, hasta que llegan a una sucursal y ¡vaya mal rato que les espera!
Otros casos en donde al solicitar apoyo con algún tema, los mismos empleados toman a discreción los dígitos frontales, fecha de vencimiento y código de verificación de la tarjeta, basta incluso una foto, luego vienen las compras en línea. Los insiders eligen usualmente victimas que no están al tanto del avance digital y son fáciles de engañar o no se darían cuenta. Como sociedad requeriremos hacer mayor conciencia a las personas mayores para que no sean víctimas.