Aunado al crecimiento del e-commerce, la industria logística también experimentó un desarrollo sin precedentes que aunque no se detiene todavía, sí evoluciona constantemente, lo cual sin dudas es un reto para las empresas especializadas en ello. Si bien han sido muchas las transformaciones, destaco cuatro puntos que, considero, son sumamente críticos.
En primer lugar está la adaptación a nuevas exigencias de los clientes como los envíos en 24 o menos horas, así como tener cobertura a nivel nacional. Si bien los grandes referentes del e-commerce como Amazon o Mercado Libre tienen este apartado cubierto, muchos otros, especialmente los nuevos o los pequeños negocios, aún están en búsqueda de ese aliado logístico que cubra las necesidades de los compradores actuales.
La adaptación no es solo a los clientes, también lo deberían ser las nuevas formas de vender en línea. En la actualidad son cada vez más las plataformas de comercio electrónico disponibles en el mercado y, en ocasiones, las empresas tienen presencia en más de una, por lo que los servicios logísticos ahora tienen la misión de crear sistemas tecnológicos robustos que recopilen información de varias fuentes en un solo lugar y así facilitar procesos.
Pero eso no es todo, con la urgencia por mantener operaciones durante la pandemia y, por lo tanto, generar ingresos, las compañías, especialmente las pymes, no recurrieron a montar una tienda en línea sino a utilizar aplicaciones de mensajería instantánea para hacer transacciones de compra y venta online, dando paso al llamado c-commerce o comercio conversacional, agregando un nuevo reto a resolver, ¿cómo incorporar estas ventas a los sistemas ya preexistentes?
Otro tema a abordar, y me atrevería a afirmar que debería ser una de las prioridades para todos los protagonistas de la logística y el e-commerce, es el impacto ambiental. Todos los que están en esta industria se deben preguntar ¿qué acciones se pueden tomar para reducir el daño al medio ambiente? Para muchos la respuesta podría estar en los autos eléctricos, sin embargo, en términos económicos no es una opción viable para la gran mayoría.