Estas consecuencias tempranas han llevado a considerar, en un consenso mundial, que es urgente disminuir de manera notable las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, propósito que es alcanzable a través de la reducción de la dependencia energética hacia los combustibles fósiles. Para lograrlo, se requiere de una acción conjunta de los tres sectores involucrados: sociedad, gobierno e iniciativa privada.
Para el caso de las industrias, particularmente la del transporte de mercancías, la iniciativa privada, que es encabezada por las grandes empresas transportistas y los fabricantes de camiones y tractocamiones, han buscado acelerar la migración hacia el uso de unidades de carga modernas que involucren la incorporación de tecnologías, cumpliendo con lo establecido en la NOM-044-SEMARNAT-2017, que indica los límites máximos permitidos para la emisión de partículas contaminantes, de acuerdo al peso de cada unidad.
En el caso del gobierno, la Semarnat diseñó e impulsó desde hace algunos la normativa antes mencionada, con la que buscaron establecer los máximos permisibles de emisiones de monóxidos de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos no metano, y otros gases contaminantes provenientes del escape de motores nuevos que utilizan el diésel como combustible.
Dicha norma indica también que, a partir del 1 de enero del 2022, sólo se podrán comercializar vehículos de carga que cumplan con los estándares de las normas internacionales Euro V y EPA 10, puesto que utilizarían diésel de ultra bajo azufre. No obstante, existe una gran problemática para lograr este avance: la incapacidad de Pemex por producir y distribuir a nivel nacional este tipo de combustible.
Este inconveniente ocasionará que las empresas transportistas no renueven su flota por una más limpia y segura, dada la imposibilidad de contar con este tipo de hidrocarburo, con lo que estarían incumpliendo el marco legal establecido por el gobierno. Por tanto, de mantenerse esta decisión, se produciría un duro golpe para las empresas, desde el ámbito que lo queramos ver.