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Un llamado a la acción conjunta frente el cambio climático

Se necesitan implementar medidas que no sólo busquen compensar, sino limitar y disminuir de manera significativa la cantidad de gases de efecto invernadero que se están emitiendo a la atmósfera.
vie 07 octubre 2022 06:09 AM

(Expansión) - Hoy en día todos hemos escuchado del cambio climático y hemos sido testigos de cómo cada año se presentan huracanes más fuertes, sequías más prolongadas, inundaciones más devastadoras, y récords en temperaturas extremas, por mencionar algunas de las consecuencias del calentamiento global por el aumento de la generación y concentración de gases de efecto invernadero.

A esto tendríamos que agregar la cada vez mayor pérdida de biodiversidad y la generación desmedida de contaminantes y residuos, que en su conjunto son los elementos detonantes de la crisis ambiental que actualmente vivimos, y que afecta a todos los ecosistemas, de los cuales las personas también somos parte.

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Y si analizamos los estudios en materia de cambio climático, que diversos investigadores y organizaciones han publicado en los últimos años, nos daremos cuenta de que cada vez será más difícil lograr las metas de limitar el calentamiento global a 1.5°C, e incluso a 2°C, que se han discutido y acordado internacionalmente, si no se actúa de manera rápida, coordinada y extensiva.

En consecuencia, se necesitan implementar medidas que no sólo busquen compensar, sino limitar y disminuir de manera significativa la cantidad de gases de efecto invernadero que se están emitiendo a la atmósfera; adoptar compromisos a partir de objetivos y metas basados en la ciencia; y desplegar estrategias y acciones concretas y contundentes a corto, mediano y largo plazos.

Como marco de referencia se puede tomar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que sirven de guía para no dejar a nadie atrás, enfocándose en el desarrollo de las personas, el planeta y la prosperidad y contribuyendo a la generación de una cultura de paz a través de las alianzas; y que frente al cambio climático contempla avanzar hacia una descarbonización acelerada de la economía; promover la creación de empleos verdes y el crecimiento sostenible e inclusivo; invertir en tecnología y soluciones sostenibles; abordar de manera integral los riesgos climáticos; y lograr la cooperación entre sectores y a distintos niveles, entre otras líneas de acción.

Para cada uno de estos elementos, desde los gobiernos se pueden diseñar las políticas públicas, las leyes y reglamentos, así como los incentivos para lograr un ambiente propicio para que desde el sector privado se lleven a cabo acciones y estrategias de sostenibilidad que vayan permeando y transformando sus modelos de negocio, de manera complementaria a todos los proyectos y programas que se han detonado desde las organizaciones de la sociedad civil.

Sin embargo, no podemos enfocarnos meramente en el lado ambiental y perder de vista el lado humano, ya que el cambio climático no es un fenómeno alejado de nuestra vida diaria, sino que, por el contrario, también está teniendo un impacto en la salud y bienestar de las personas, en su calidad de vida, en su desarrollo, en su patrimonio, en el surgimiento de migrantes y refugiados climáticos, etc.

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Por ello, resulta indispensable reflexionar sobre nuestra contribución tanto al problema como a su solución, ya que no podemos ser actores pasivos y dejar el tema en manos de las instituciones gubernamentales, de las empresas, o de organizaciones de la sociedad civil, sino que se deben tender los puentes entre todos los sectores, para generar sinergias y acciones colaborativas que permitan alinear objetivos, conjuntar esfuerzos, aumentar el alcance o la escala de las acciones, y potenciar los resultados e impactos positivos, tanto a nivel personal, como institucional.

En este sentido, todos estamos llamados a la acción frente al cambio climático, para asegurar un desarrollo de las personas, sus comunidades y organizaciones, empezando con pequeñas acciones en casa, siendo conscientes de las repercusiones ambientales de nuestras decisiones de compra y consumo, y actuando en consecuencia, buscando alternativas más sustentables y presionando a las organizaciones para detonar el cambio hacia modelos más responsables en torno al bien común.

Nota del editor: Jorge Reyes Iturbide es especialista en responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible y desde hace 17 años ha trabajado para diversas empresas y organismos nacionales e internacionales en proyectos de investigación, consultoría, desarrollo de estándares y educación ejecutiva en la materia. Actualmente es Director de la Facultad de Responsabilidad Social y Director del Centro IDEARSE de la Universidad Anáhuac México. Síguelo en Twitter y LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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