Ahora con la tecnología avanzando a gran velocidad, muchas de las grandes empresas que ya han digitalizado sus procesos concuerdan con la misma pregunta ¿Cuál es el papel del internet de las cosas y cómo puede ayudar en temas de industria y sostenibilidad?
El más reciente informe del Foro Económico Mundial 'IoT Guidelines For Sustainability' arroja resultados que estiman que la industria relacionada con el internet de las cosas — IoT— pueda sumar un valor de 14 billones de dólares de aquí a 2030; sin embargo, la importancia de esa cifra radica en que ya es una herramienta que ha facilitado los procesos tecnológicos de las grandes compañías a su vez que ha dado grandes beneficios en la lucha contra el cambio climático.
Por ejemplo, hoy en día, gracias a la automatización se logra contribuir al ahorro de energía de manera significativa aumentando no solo la productividad energética en casas, sino además, reduciendo costos con un solo clic y esto, gracias al internet de las cosas.
Ahora bien, el internet de las cosas por sí solo no nos arroja ninguna estadística y es allí donde entra la analítica avanzada —un conjunto integral de técnicas y métodos analíticos Big Data, Inteligencia Artificial, Machine Learning, Inteligencia Continua— con la que podemos recolectar datos de forma masiva que nos posibilitan entender cuánta energía estamos ahorrando o cuál fue el gasto de energía innecesaria.
Sin embargo, aunque muchos dispositivos del IoT aportan a la reducción del consumo de energía también tienen un impacto medioambiental muy importante. Un estudio realizado por Accenture asegura que cada año se acumulan más de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos. Por lo tanto, es muy importante que las empresas puedan encontrar un equilibrio entre el uso del internet de las cosas y las tecnologías utilizadas en sus procesos.
Así entonces, las herramientas de la analítica avanzada y el internet de las cosas si son utilizadas de forma consciente por las compañías pueden aportar a que estas cumplan con sus objetivos de sostenibilidad y aportar al medioambiente todo parte de tener claro cuáles son las capacidades y herramientas con las que cuenta cada compañía, así como las necesidades y retos a los que se enfrenta para que a partir de esto, se pueda elaborar una estrategia de transformación.