Publicidad
Publicidad

Debate sobre ESG: lo que no mata, fortalece

Es importante reconocer que tanto los defensores como los detractores del movimiento ESG tienen un papel que desempeñar en la configuración del nuevo modelo de gestión empresarial.
vie 13 enero 2023 06:22 AM
Debate sobre ESG: lo que no mata, fortalece
Es positivo que tanto los defensores como los detractores del movimiento ESG participen en la conversación sobre el papel de estas prácticas en los negocios, considera Pablo Jiménez Zorrilla.

(Expansión) - La gestión empresarial con perspectiva ambiental, social y de gobernanza (ASG o ESG, por sus siglas en inglés) se ha convertido en materia de debate: algunos sostienen que estas prácticas son esenciales para crear un modelo de negocio sostenible y responsable, mientras que otros afirman que son innecesarias o incluso perjudiciales para los resultados de una empresa.

En cualquier caso, es importante reconocer que tanto los defensores como los detractores del movimiento ESG tienen un papel que desempeñar en la configuración del nuevo modelo de gestión empresarial que requiere una sociedad cambiante.

Publicidad

Por un lado, los defensores de las prácticas ESG argumentan que estas medidas son necesarias para el éxito a largo plazo de una empresa. Al tener en cuenta el impacto medioambiental y social de sus operaciones, las empresas pueden reducir el riesgo de externalidades negativas, como catástrofes medioambientales o crisis reputacionales.

Lo que es más, pueden contribuir a la solución de problemas grandes y complejos que enfrentamos como sociedad, tales como el cambio climático, la desigualdad y el combate a la corrupción. Además, al adoptar prácticas de gobernanza éticas y transparentes, las empresas pueden generar confianza entre sus grupos de interés (stakeholders) y crear una cultura corporativa positiva. En última instancia, estos factores contribuyen al éxito financiero de una empresa al atraer y retener a empleados y clientes, así como a mejorar su reputación y el acceso al capital.

Por otro lado, quienes se oponen a las prácticas ESG argumentan que pueden ser costosas e ineficaces, y que no siempre se ajustan al objetivo principal de la empresa de maximizar las utilidades. Al tratarse de conceptos tan amplios, los criterios ESG permiten a los ejecutivos iniciar proyectos y crear métricas que desvían la atención sobre el desempeño real de la empresa, en perjuicio de sus accionistas e inversionistas. Otros argumentan que las prácticas ESG pueden servir a las empresas para maquillar sus operaciones a través de greenwashing, aparentando ser más sostenibles y responsables de lo que realmente son, engañando al público.

Existen múltiples estudios que pretenden demostrar que las empresas con altas calificaciones en sus prácticas ESG tienen mejor desempeño que sus pares. Al ser una herramienta de gestión de riesgos ambientales, sociales y de gobernanza, es razonable pensar que las empresas con mejor gestión de riesgo son también las mejor administradas y, por lo tanto, tienen un desempeño destacado. En otras palabras, puede existir una correlación y no necesariamente una relación causal.

Sin embargo, otros estudios concluyen que no existe diferencia estadísticamente significativa entre las buenas calificaciones ESG y el desempeño destacado de una empresa. Adicionalmente, argumentan que algunas empresas cuentan con altas calificaciones dado que gestionan adecuadamente los riesgos ESG por lo que respecta a sus operaciones y resultados (es decir, se protegen a sí mismas), sin embargo, no contribuyen positivamente al medio ambiente o a una sociedad más justa e incluyente.

En pocas palabras, el terreno es fértil para el debate. Existen críticas inteligentes y bien documentadas que ayudan a “separar el trigo de la paja” y a delinear mejor los alcances de la gestión con perspectiva ESG. Al mismo tiempo, otras críticas solo repiten ideas que alcanzaron su fecha de caducidad, buscando proteger el statu quo y viejas prácticas corporativas.

Publicidad

Por si fuera poco, en ciertos casos la discusión se presenta como un debate político entre “progres” y conservadores, como ha sucedido en los Estados Unidos en fechas recientes, resultando en medidas “anti-ESG” por parte de algunos gobernadores y legislaturas estatales. Por ejemplo, Ron DeSantis, gobernador de Florida, prohibió la utilización de criterios ESG a los fondos de pensiones estatales para la selección y evaluación de inversiones, argumentando que son instrumentos para impulsar una agenda ideológica y no los intereses de los pensionados.

A pesar de estas diferencias, es positivo que tanto los defensores como los detractores del movimiento ESG participen en la conversación sobre el papel de estas prácticas en los negocios. A través de un debate abierto y constructivo podemos comprender mejor el verdadero valor de ESG como herramienta de gestión empresarial, e identificar qué prácticas son realmente eficaces y cuáles pueden ser ineficaces o incluso contraproducentes. La argumentación sustentada en datos verificables y las mediciones de impacto (con bases científicas) son elementos clave para avanzar en esta conversación.

De tal suerte, no es momento de echar por la borda las ideas centrales que soportan la gestión con perspectiva ESG y pasar al siguiente tema en boga. Bien conducido, este ejercicio dialéctico contribuirá a reforzar los cimientos del movimiento ESG y a configurar un nuevo modelo de gestión empresarial. Al final del día, lo importante es que logremos elevar los estándares de comportamiento de las empresas, los criterios para la evaluación del desempeño de los ejecutivos y la calidad del escrutinio por parte de autoridades y grupos de interés, para construir una sociedad más sostenible y responsable.

Nota del editor: Pablo Jiménez Zorrilla es socio de Von Wobeser y Sierra, S.C. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Publicidad

Tags

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad