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5 años y contando… los puntos sobre las íes de la Ley Fintech

El panorama actual es completamente distinto al que se tenía cuando se echó a andar esta ley; el desarrollo y adopción de tecnología es otro, al igual que el tamaño y potencial del sector.
vie 10 marzo 2023 12:00 AM
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La Ley Fintech mexicana fue el primer impulso para el sector. En primer lugar, porque ayudó a que más personas pudieran acceder a servicios y productos financieros, señala José Luis López Amador.

(Expansión) - La publicación de la Ley Fintech, hace cinco años, inyectó muchas expectativas y abrió un panorama enorme para el sector. Fue una ley de vanguardia que ponía a México en un lugar privilegiado en toda América Latina. Pero, al día de hoy, y gracias al avance de las legislaciones de otros países como Brasil, Chile o Colombia, la ventaja de México se ha ido diluyendo.

El panorama actual es completamente distinto al que se tenía cuando se echó a andar esta ley; el desarrollo y adopción de tecnología es otro, al igual que el tamaño y potencial del sector, así como los desafíos para acceder a capital.

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No obstante, la Ley Fintech mexicana fue el primer impulso para el sector. En primer lugar, porque ayudó a que más personas pudieran acceder a servicios y productos financieros, incentivó la competencia en la medida en que el sector empezó a especializarse, incorporar nuevas herramientas digitales e innovar en su servicios.

El decálogo fintech

Hay mucho que agradecerle a la Ley Fintech, pero para que su impacto sea mayor es necesario poner los puntos sobre las íes y hablar de las deudas que tiene para el sector. Para mí este decálogo considera algunos de los aspectos claves que requieren modificarse en la ley para lograr su objetivo: impulsar al ecosistema fintech en beneficio de sus usuarios:

1) Pioneros en América Latina. A pesar de que la Ley Fintech de Brasil es mucho más jóven que la mexicana, la diferencia entre ambos ecosistemas es enorme. No por nada este país ocupa el primer lugar de América Latina con la industria fintech más grande y diversa.

2) Influencia de Reino Unido. El primer draft de la ley de México se basó en la legislación de Reino Unido, la cual no estaba perfectamente aterrizada y con el paso del tiempo esto la llevó a tener problemas en cuestión técnica sobre la implementación de APIs y pagos recurrentes, así como un onboarding irregular en el que algunos bancos implementaron hasta 10 pasos, lo cual es un proceso largo y tedioso para el usuario final.

3) Analizar el contexto. Las leyes, no solo en materia financiera, se tienen que modificar para corresponder al contexto. Brasil, quien también copió el modelo de Reino Unido, ha tenido que perfeccionar su normativa y esos cambios son los que le han permitido capitalizar las oportunidades y potenciar a su industria. En México empezamos bien, pero a cinco años son muchos los pendientes y ajustes que requiere la ley.

4) Considerar casos de uso. La ley en México tendría que empezar por considerar casos de uso para innovaciones tecnológicas. Por ejemplo, en materia de APIS no es lo mismo las que son para pagos recurrentes que para pagos de servicios.

5) Datos, pagos y servicios. La ley mexicana solo contempla el uso de datos; en contraste, legislaciones como la de Colombia añaden pagos y servicios financieros para tener una normativa más robusta y con reglas más claras para las empresas.

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6) Incluir banca abierta. La banca abierta es otro de los grandes pendientes, y en la medida en que se impulsen las reglas secundarias, las instituciones financieras tendrán mayor capacidad de decisión para hacer frente a retos, minimizar riesgos, impulsar alianzas estratégicas y crear mejores productos.

7) APIs que sí funcionen. El tema de las APIs es complejo y más si la regulación no pone reglas claras. El país necesita APIs que sí funcionen. Los bancos tienen que invertir mucho en infraestructura para que puedan funcionar bien las APIs, pero sin legislación este funcionamiento y potencial está acotado a una dinámica de prueba-error.

8) Velocidad a la par del sector. La velocidad de dictaminación de los organismos reguladores es otro pendiente. Por muy buena que sea la ley, si no hay agilidad administrativa, no hay crecimiento.

9) Capital y nuevos jugadores. La ley contempla de una forma muy superficial estos aspectos; sin embargo, son indispensables tanto para el crecimiento como la competitividad y la diversificación del sector.

10) Inclusión como meta final. Al final del día, estas normativas tienen un mismo fin, velar por la inclusión financiera, Brasil es un gran ejemplo y aunque México podría aprender mucho del país latinoamericano, lo cierto es que la inclusión es el objetivo final.

Este 9 de marzo, a cinco años de la publicación de la Ley Fintech, vale la pena poner sobre una balanza los logros y pendientes, con ojo crítico y con miras a impulsar el crecimiento. Este sector representa una gran oportunidad de crecimiento que el país tiene que empezar a ver y en la medida en la que lo haga, los beneficios serán tangibles para todos.

Nota del editor: José Luis López Amador es CEO y Co Founder de Finerio Connect. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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