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Unicornios fintech en Latinoamérica, ¿un mercado agotado?

¿Por qué si América Latina es un territorio propicio para el ecosistema no hemos visto emerger nuevos unicornios como hace algún tiempo? ¿Se trata de un mercado agotado?, plantea Nick Grassi.
mié 30 noviembre 2022 06:06 AM
Ilustración de la sombra azul de un unicornio con gráficos a su alrededor.
Las fintech consolidadas pueden proyectarse como futuros unicornios, siempre y cuando puedan jugar bien sus cartas en estas temporadas de sequía de capital. No será fácil, pero sí posible, considera Nick Grassi.

(Expansión) - El sector fintech en Latinoamérica ha tenido un ‘boom’ impresionante, floreció desde hace algunos años y lo sigue haciendo. Desafíos tan grandes como la pandemia no representaron un obstáculo, sino al contrario, una gran oportunidad de la cual emergieron nuevas compañías, que han dado como resultado un ecosistema consolidado, robusto y con un gran potencial a futuro.

Pero 2022 parece ser la excepción a esta buena racha fintech. Estas empresas lograron crecer durante la pandemia y capitalizaron todas y cada una de las oportunidades que les dio la transformación digital a nivel mundial. No obstante, este año, el contexto económico se está convirtiendo en un golpe de timón que ha llevado al sector a replantear sus estrategias presentes y futuras, no de cara al crecimiento, sino de cara a la sobrevivencia.

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¿Esto significa que estamos frente al fin de la expansión fintech? ¿Por qué si Latam es un territorio propicio para el ecosistema no hemos visto emerger nuevos unicornios como hace algún tiempo? ¿Se trata de un mercado agotado? ¿Qué tienen que hacer las fintech para crecer en medio de este torbellino económico?

La respuesta a todas estas preguntas obedece a tres cuestiones. Por un lado, hemos sido testigos de una reducción considerable de capital para el sector, esto en definitiva sí ha puesto en jaque a muchas empresas, pero también ha sido una especie de inyección de adrenalina que despertó a las compañías y las está llevando a tener mejores planeaciones financieras (al esperar runways más largos) y a perfilar modelos de negocios cada vez más atractivos.

Así, las fintech consolidadas pueden proyectarse como futuros unicornios, siempre y cuando puedan jugar bien sus cartas en estas temporadas de sequía de capital. No será fácil, pero sí posible.

El segundo punto se relaciona con la competitividad. Para robustecer el sector, las fintech están buscando diferenciarse de la competencia, ya sea perfilando sus productos o creando nuevos. Para lograr esto, los datos han sido una mina de oro porque gracias a ellos, las fintech están encontrando una diferenciación al interior del ecosistema.

Y en tercer lugar (pero no menos importante) está la regulación. Pese a las necesidades financieras de la población en Latinoamérica y los beneficios de la inclusión financiera, la regulación no se ha dado de forma paralela en todos los países. Esto ha ocasionado que la expansión fintech se dé de forma polarizada.

En México, por ejemplo, la regulación avanzó de forma significativa con la implementación de la llamada ‘Ley Fintech’; no obstante, los pendientes giran en torno a las autorizaciones por parte de los reguladores y a la emisión de las reglas secundarias del Open Banking. Estas últimas son clave, no solo para las fintech, sino también para el resto de las instituciones financieras.

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Unicornios en extinción

Desde hace algunos meses, la extinción de unicornios fintech fue una conversación que comenzó a permear con mayor fuerza, tanto en medios de comunicación como al interior del ecosistema. Y no es para menos. Una contracción en el sector tendría repercusiones titánicas. En un escenario catastrófico tendríamos pérdidas de empleos, cierres de empresas, un retroceso en materia de inclusión financiera y muchas otras empresas (en particular pymes) que perdieron una fuente de financiamiento clave.

Claro que no estamos en ese escenario y el hecho de que no veamos brillar en los escaparates mediáticos a nuevos unicornios no necesariamente implica un revés para el sector. Más bien estamos frente a un periodo de planeación, en donde las fintech deberán ser más ágiles, flexibles y apoyarse de todas las herramientas que tengan disponibles para encontrar áreas de oportunidad.

No se trata de si habrá o no futuro para las fintech. El mercado mismo sugiere que las necesidades que cubre este sector son enormes. De lo que se trata es de qué tipo de futuro se busca articular para las fintech y ese escenario se construye básicamente a partir de la legislación de marcos normativos que permitan regular adecuadamente al sector financiero en su conjunto.

No hablamos del inicio de una extinción fintech en Latinoamérica, más bien estamos frente al inicio de un nuevo rumbo para las fintech. Si bien algunas no sobrevivirán, quienes sí lo hagan se convertirán en referentes del sector y podrán expandirse, perfeccionar su oferta y tener un impacto aún mayor en el mercado.

La inclusión financiera de empresas y personas seguirá siendo una gran oportunidad para que empresas financieras innovadoras y disruptivas puedan encontrar un espacio. El mercado no está agotado, las oportunidades tampoco, simplemente las reglas del juego cambiaron.

Nota del editor: Nick Grassi es Co-CEO de Finerio Connect. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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